Washington, 11 mar (EFE).- El País Vasco abrirá una delegación permanente en Washington, anunció este martes el lehendakari, Imanol Pradales, que destacó la necesidad de reforzar su posición en Estados Unidos en un momento marcado por la incertidumbre que está deparando el segundo mandato de Donald Trump.

“Vamos a reforzar nuestra presencia aquí, en Washington, con una delegación permanente, fortaleciendo las capacidades políticas y económicas de nuestra labor en Estados Unidos. Porque jugar la partida en el mundo significa estar en los lugares donde se escriben las reglas”, explicó a los medios Pradales frente al Capitolio, donde mantuvo un encuentros con congresistas estadounidenses.

Hasta ahora, el País Vasco contaba solo con una delegación basada en la ciudad de Nueva York que se encarga de las relaciones económicas y políticas con todo EE.UU. y Canadá.
La agenda de Pradales, que se encuentra en la capital estadounidense desde este lunes, tiene un fuerte componente económico, ya que se reunió a primera hora con empresas vascas del sector aeroespacial, muchas de las cuales hacen negocio con la NASA estadounidense.
Pradales consideró que los conceptos que definen el momento actual para empresas vascas como AVS (Added Value Solutions) o CFAA (Centro de Fabricación Avanzada Aeronáutica) son “incertidumbre absoluta” e “incertidumbre total” y estimó que lo sucedido este martes, con el anuncio de más aranceles para el acero y aluminio de Canadá por parte de Trump y la fuerte caída de Wall Street, es un perfecto ejemplo de ello.
“Hoy, tras reunirme con congresistas y senadores de ambos partidos, he tomado el pulso a los debates y decisiones que definirán el futuro de sectores clave para Euskadi: aranceles, regulaciones comerciales, normativas energéticas y el impacto en industrias estratégicas como la aeronáutica y la automoción”, explicó Pradales, que admitió estar preocupado por los actuales “equilibrios globales”.
El lehendakari mantuvo un breve encuentro con el senador republicano Jim Risch, además de reunirse con el congresista demócrata John Garamendi, de origen vasco, con el que almorzó y visitó también el retoño del árbol de Gernika que se plantó en 2016 ante el Congreso estadounidense.
Garamendi consideró que pese a la caótica situación actual “habrá oportunidades para mantener interacciones económicas estables” con el País Vasco y mostró su deseo de trabajar con el Gobierno regional “para traer (a EE.UU.) las oportunidades que plantean las empresas vascas”, cuyo perfil destacó en sectores como el energético, el de transporte o el de tecnologías de la información”.