Ciudad de México, 12 feb (EFE).- El mercado del arte en México revivió después de unos años lastrado por la pandemia, que limitó las visitas a galerías y ferias como Zona Maco, que se celebra hasta este domingo en la capital mexicana y ha avivado las ventas gracias al renovado interés que los coleccionistas mostraron en las obras.
La pausa ha provocado que, con la vuelta a la normalidad, los aficionados y coleccionistas se muestren especialmente ávidos de conocer las nuevas corrientes artísticas mexicanas e invertir sus ahorros en ellas.
De acuerdo con los galeristas y expertos consultados por EFE, el mercado mexicano está en un buen momento tanto artístico como comercial, propiciado por la oferta de piezas a precios asequibles no solo para las grandes fortunas.
“Hay mucha avidez por ver qué está pasando y comprar. Tengo buenas expectativas puestas en la feria, mucha gente que no gastó estos años podría hacerlo ahora”, dijo la investigadora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) y especialista en coleccionismo Ana Garduño.
Pese a sus halagüeñas previsiones, Garduño explicó que el mercado mexicano del arte está sujeto “a muchos vaivenes”, por lo que es “bueno siempre, pero nunca maravilloso” y se ve superado por el de Estados Unidos y varios países de América Latina.
En tanto, el director artístico de Zona Maco, Juan Canela, destacó el buen momento que atraviesa México pese al encadenamiento de diversas crisis, la pandemia y la guerra en Ucrania, lo que espera que signifique un aumento de ventas.
“La última edición fue muy buena para el momento en el que estábamos, y esta va a funcionar mejor porque estamos en otro momento y están viniendo más coleccionistas”, aventuró.
El director de la Galería de Arte Mexicano (GAM), Rafael Yturbe, insistió en la tendencia alcista que presenta el mercado y remarcó la importancia económica de las ferias de arte.
Zona Maco, una de las ferias de arte más importantes de América Latina, congregó a lo largo de esta semana en Ciudad de México a más de 200 expositores de 26 países diferentes.
El evento albergó obras de artistas de diversidad de disciplinas y épocas, entre los que resaltaron pinturas de los españoles Pablo Picasso, Joan Miró y Antoni Tápies o los mexicanos Rufino Tamayo y Francisco Toledo.
OPACIDAD ECONÓMICA
En términos económicos, el mercado del arte mexicano es ciertamente opaco y ni los galeristas consultados ni los responsables de Zona Maco ofrecieron cifras aproximadas del volumen monetario que se moverá en la feria.
“No tengo datos, son difíciles de tener certeros y compartirlos”, argumentó Canela.
Garduño agregó que en el mundo artístico, los asuntos económicos se llevan “con discreción” y que los cambiantes precios, dependiendo de las galerías y los artistas que estas manejen, dificulta que existan datos específicos.
“Pero puedo decir que no es un mercado tan grande y que hay galerías que vienen a (Zona) Maco y que no venden casi nada”, aseguró.
En contraposición, los galeristas dijeron tener previsiones de vender todo su acervo expuesto en la feria.
“No puedo dar cifras exactas, pero tenemos buenas perspectivas de vender incluso más que antes de la pandemia”, comentó la jefa de operaciones de la galería Karen Huber, Verónica Guerrero.
¿UN MERCADO ELITISTA?
Pese al estereotipo, los expertos aseguraron que existe arte para todos los bolsillos.
“Hay precios para todos, mucha clase media mexicana que podría perfectamente hacerse con una buena colección de artistas jóvenes”, expuso la investigadora del INBAL.
Yturbe defendió que el mercado del arte no es elitista y que se está abriendo a más gente, con la celebración de ferias de perfil más bajo y la variedad de precios que ofrecen las galerías.
“Por su puesto que existe un elitismo, pero las galerías cada vez ponemos más facilidades”, agregó Guerrero.
Las obras de las galerías presentes en Zona Maco, subrayaron ambos, se mueven aproximadamente entre los 20.000 pesos (cerca de 1.100 dólares) y más de 1 millón de pesos (unos 54.000 dólares).
Al cierre del pasado enero, el salario medio en México se situó en los 519 pesos diarios (28 dólares), según datos del Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS), por lo que el mexicano promedio debería invertir más de un mes de trabajo para acceder a la obra más barata de Zona Maco.