Washington, 9 ene (EFE).- El Pentágono anunció este martes el lanzamiento de una revisión interna para mejorar su transparencia, después de la polémica suscitada por el secretismo que ha rodeado a la hospitalización del secretario de Defensa, Lloyd Austin.
El portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, explicó en una conferencia de prensa que ese proceso durará 30 días.
También se han ordenado acciones para garantizar un mayor conocimiento de la situación relativa a cualquier traspaso de poder por parte del secretario de Defensa, de forma que todos los canales pertinentes sean notificados y estén al tanto de los motivos.
Austin se sometió el pasado 22 de diciembre en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, en las afueras de Washington, a una prostatectomía, un procedimiento “mínimamente invasivo”, según el Pentágono, para tratar y curar el cáncer de próstata.
Aunque se recuperó “sin incidencias” y regresó a su casa a la mañana siguiente, el 1 de enero fue ingresado de nuevo por complicaciones de su procedimiento, incluidas náuseas y dolor intenso abdominal, de cadera y de piernas, por las que tuvo que estar en la unidad de cuidados intensivos.
LaCasa Blanca no fue informada de esa hospitalización hasta el 4 de enero por la tarde.
“El cáncer de próstata y los procedimientos que lo rodean obviamente son algo profundamente personal”, dijo el portavoz del Pentágono intentando justificar la falta de información que ha habido sobre el estado de Austin, que sigue ingresado y se recupera favorablemente.
La revisión prevista sobre los protocolos, según Ryder, ayudará a saber qué se puede mejorar y qué momento es el más adecuado para informar al público: “Claramente lo podríamos haber hecho mejor y así lo haremos. Lección aprendida”, dijo.
La controversia generada ha provocado que la propia Casa Blanca anunciara el lunes que también revisará los canales de información sobre el estado de salud de altos funcionarios.
Jeffrey D. Zients, jefe de gabinete del presidente Joe Biden, envió este martes un memorando a los miembros del Gobierno instándoles a mantener informada a su oficina en caso de no poder cumplir con sus funciones.
En dicho memorando, también solicitó a los integrantes del Ejecutivo que remitan a la Casa Blanca, antes del 12 de enero, los protocolos vigentes en cada una de estas ramas de la Administración para delegar autoridad en ausencia del líder principal, con el propósito de evaluarlos.