San Juan, 21 dic (EFE).- El fundador de la plataforma de criptomonedas FTX, Sam Bankman-Fried, podría ser extraditado este mismo miércoles a Estados Unidos, después de renunciar ante un Tribunal de Bahamas a una audiencia formal que habría alargado el proceso.
El joven renunció a su derecho a una audiencia formal de extradición ante el juez Shaka Serville, poniendo fin a las especulaciones y a una batalla legal potencialmente prolongada.
Bankman-Fried decidió aceptar la extradición en parte por su “deseo de compensar a los clientes afectados”, según la declaración jurada.
Después de confirmar que el fundador de FTX no estaba siendo forzado, amenazado o coaccionado, el magistrado lo entregó bajo custodia en espera de la extradición.
En este contexto, Jerone Roberts, abogado de Bankman-Fried, declaró ante el tribunal que su cliente estaba “ansioso por salir” de Bahamas.
El equipo legal de Bankman-Fried informó el lunes que su cliente decidió renunciar a su derecho a impugnar la extradición, lo que significa que será juzgado en Estados Unidos, donde está acusado de ocho cargos por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.
Bankman-Fried está encarcelado en el Departamento de Servicios Penitenciarios de Bahamas desde hace más de una semana, después de que se le denegara la libertad bajo fianza por riesgo de fuga.
El fundador de FTX está acusado de ocho cargos, entre ellos el de fraude electrónico, lavado de dinero y violación de las leyes de financiación de campañas políticas por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.
Alameda Research era la firma de inversiones creada por el mismo Bankman-Fried, en la que supuestamente utilizó miles de millones de dólares de los clientes de FTX sin su conocimiento para llevar a cabo arriesgadas operaciones.
Pero los cargos tienen además una dimensión política: uno de ellos lo acusa de “cometer delitos contra los Estados Unidos implicándose en violaciones de leyes federales relativas a la confección, recepción e información de contribuciones, donaciones o gastos” incurridos en elecciones federales.
Además, Bankman-Fried se enfrenta también a otra demanda, en este caso de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC), que lo acusa de orquestar un fraude contra los inversores.
FTX se declaró en quiebra el pasado 11 de noviembre y a finales de ese mismo mes, los nuevos gestores de la compañía comparecieron por primera vez ante el tribunal de bancarrotas del estado de Delaware (EE. UU.) para comenzar el proceso de reestructuración.
La plataforma, que llegó a estar valorada en 32.000 millones de dólares, podría tener más de un millón de acreedores en todo el mundo. Hasta ahora, la compañía ha admitido que debe más de 3.000 millones de dólares a sus 50 principales acreedores.