Washington, 30 ene (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) bajó este martes las previsiones de crecimiento de América Latina y el Caribe para este año cuatro décimas con respecto a las cifras calculadas previamente, hasta el 1,9 %, debido en gran parte a la crisis económica de Argentina, que decrecerá en 2024 el 2,8 %.
“La revisión refleja un crecimiento negativo en Argentina en el contexto de un importante ajuste de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica”, apunta el último informe de perspectivas económicas (WEO, en inglés) del FMI.
En las estimaciones previas efectuadas en octubre, se preveía un crecimiento de Argentina del 2,8 %, pero en sólo tres meses se ha pasado a un decrecimiento del 2,8 %, es decir, ha bajado la previsión 5,6 puntos. Con respecto a 2025, el FMI estima que el país crezca el 5 %, 1,7 puntos más de lo estimado en octubre.
El fuerte decrecimiento de Argentina ha bajado la media de crecimiento de la región. En conjunto, América Latina y el Caribe crecerán este año el 1,9 %, cuatro décimas menos de lo previsto en octubre. En 2025, la región crecerá el 2,5 %, una décima más.
El crecimiento de Latinoamérica y el Caribe está por debajo del crecimiento global, que el FMI elevó este martes dos décimas, hasta el 3,1 %.
Según explicó a EFE en una entrevista la subdirectora del Departamento de Investigación del Fondo, Petya Koeva, si se excluye a Argentina y a Venezuela la tasa de crecimiento de este año sería del 2,4 % y la del año que viene del 2,3 %.
Y es que, recuerda Koeva, las dos principales economías de la región crecerán más de lo esperado. México crecerá este año el 2,7 %, seis décimas más, y en 2025 el 1,5 %, la misma cifra que la anterior proyección.
Brasil, por su parte, crecerá el 1,7 % en 2024 (dos décimas más) y el 1,9 % (la misma cifra) en 2025.
Ambas mejoras son fruto de “los efectos de arrastre de una demanda interna más fuerte de lo esperado y de un crecimiento mayor de lo esperado en las economías de los grandes socios comerciales”, señala el WEO.
El WEO es una actualización más reducida que las previsiones semestrales que el Fondo publica en abril y octubre, y no contiene proyecciones de otras economías de la región.
Sí se menciona la situación de Argentina, y es que en las últimas semanas el Fondo ha elevado el tono de las críticas contra el Gobierno del expresidente Alberto Fernández (2019-2023) por incumplir los objetivos clave del programa de facilidades extendidas firmado con la entidad en marzo de 2022 para refinanciar la deuda contraída en 2018 durante el mandato de Mauricio Macri (2015-2019) por unos 45.000 millones de dólares.
El pasado 10 de enero, Argentina y el Fondo anunciaron un acuerdo por el que el organismo multilateral desembolsará 4.700 millones de dólares para que el país sudamericano afronte los próximos vencimientos de deuda y que servirán para apoyar “los fuertes esfuerzos políticos” del Gobierno de Javier Milei, quien asumió la presidencia en diciembre.
En opinión de Koeva, la bajada de las perspectivas de crecimiento de Argentina se debe a “los esfuerzos en curso para restaurar la estabilidad macroeconómica”, esfuerzos que Argentina “necesita para resolver los problemas”.
“Si miramos más ampliamente la política y el paquete de políticas (de Milei), hemos visto un plan de estabilización muy ambicioso, que está anclado en una fuerte consolidación fiscal”, señala.