Los Ángeles (EE.UU.), 10 mar (EFE).- El fiscal general del distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, solicitó este lunes la retirada de una moción que pedía considerar una nueva sentencia a los hermanos Erik y Lyle Menéndez, condenados a cadena perpetua en 1996 por el asesinato a sus padres.
El fiscal argumentó que los hermanos no han aceptado la responsabilidad completa del asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, “al continuar durante los últimos 30 años mintiendo sobre sus afirmaciones de defensa propia, es decir, su miedo de que su madre y su padre los mataran la noche del 20 de agosto de 1989”, informó la Fiscalía en un comunicado.
Hochman precisó que los hermanos no han admitido la culpa en cuestiones como los sobornos a sus amigos para cometer perjurio en relación a, por ejemplo, la supuesta violación de José Menéndez a la novia de Lyle, que su madre envenenó a la familia o su intento de conseguir una pistola el día antes de los asesinatos”.
Aunque la audiencia programada para el próximo 20 de marzo sigue programada, pues la corte es quien tiene la última palabra acerca de esta cuestión, la oficina del fiscal ha presentado una moción de 88 páginas para solicitar la mostrar su rechazo a una nueva sentencia.
“Si finalmente dieran un paso al frente y admitieran de forma inequívoca y sincera y aceptaran completamente la responsabilidad por sus mentiras de defensa propia y el intento de soborno de perjurio en el que participaron, entonces el Tribunal debería sopesar esa nueva perspectiva en el análisis de la rehabilitación y la nueva sentencia, al igual que el pueblo”, agregó la Fiscalía.
Hochman ya había informado, aunque de manera no oficial, que se oponía a la petición de los Menéndez de un nuevo juicio argumentando que las nuevas pruebas de abuso sexual por parte de su padre no cumplían con el estándar legal para justificar un nuevo juicio.
La consideración de una nueva sentencia en este caso fue presentada por el anterior fiscal de Los Ángeles, el progresista George Gascón, quien recomendó además que se les retirara la cadena perpetua sin posibilidad a libertad condicional.
El entonces fiscal consideraba que debían ser condenados por asesinato, que le daría una pena de 50 años, alegando que los hermanos tenían menos de 26 años al momento de cometer los delitos. Esta nueva sentencia los haría elegibles a libertad condicional inmediata.
El juez Michael Jesic había fijado previamente una vista sobre la solicitud de nueva sentencia para los días 20 y 21 de marzo que puede seguir adelante a petición del juez.
Los hermanos también han solicitado su libertad a través de un indulto que le podría otorgar el gobernador de California, Gavin Newsom, quien en febrero ordenó a la junta de libertad condicional del estado que investigue los hermanos suponen un riesgo “irrazonable” para la seguridad pública si salen de prisión.