Washington, 15 feb (EFE).- El expresidente peruano Francisco Sagasti (2020-2021) opinó este miércoles que es necesario “forjar una identidad nacional” que erradique el racismo y las divisiones en Perú para superar las sucesivas crisis políticas que atraviesa el país andino, sumido en convulsas protestas.
“Perú tiene tremendas diversidades étnicas, sociales y geográficas. Creo que es posible integrarlas para formar una identidad nacional, pero tomará tiempo”, dijo durante un foro en la Universidad George Washington, en la capital estadounidense.
No obstante, el exmandatario, predecesor en el cargo de Pedro Castillo, hoy preso por intentar un autogolpe de Estado, arremetió contra los partidos políticos de su país porque “están haciendo todo lo que pueden” para que las cosas no cambien en Perú.
Además, criticó la “ignorancia” de los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador, y de Argentina, Alberto Fernández, por su apoyo a Castillo; y lamentó que Estados Unidos no diga nada sobre las “violaciones a los derechos humanos” del actual Gobierno de Dina Boluarte.
Sagasti, del liberal Partido Morado, fue elegido presidente por el Congreso en 2020 tras la renuncia de Manuel Merino, quien a su vez había reemplazado a Martín Vizcarra, mandatario destituido por el Parlamento.
Durante su breve mandato afrontó la pandemia de covid-19 hasta la victoria electoral de Pedro Castillo, hoy preso tras intentar dar en diciembre un autogolpe de Estado para disolver el Congreso y crear un Ejecutivo de emergencia.
El exmandatario opinó que las crisis de su país se deben a “problemas estructurales muy serios”, como la “prevalencia de un racismo muy fuerte” y “una combinación perversa de desprecio y resentimiento” entre peruanos.
“El problema es que tenemos un amplio abanico de grupos sociales que se ningunean entre sí”, explicó Sagasti, quien consideró que “eso hace extremadamente difícil forjar una identidad nacional” peruana.
Para lograrlo, propuso “cambiar el sistema educativo” del país, de modo que todos los peruanos tengan “una visión común” de la historia.
Señaló también un “problema serio” en los medios de comunicación, ya que están dominados por un “oligopolio” que perpetúa la visión de Perú que tienen las élites.
E hizo un llamamiento a los políticos para que den “ejemplo” y gobiernen el país “de forma honesta, comprometida, eficiente y pensando en el bien común”, como él mismo hizo, según sostiene.
“Mis adversarios esperaban que fracasara catastróficamente, pero los decepcioné”, ironizó.
La nación andina vive una época de convulsión desde el pasado 7 de diciembre, cuando el entonces presidente, Pedro Castillo, fracasó en un intento de autogolpe de Estado.
Desde entonces, comenzó a crecer una ola de protestas, que hasta el momento se han cobrado la vida de 70 personas y que exigen la renuncia de la actual presidenta, Dina Boluarte, el cierre del Congreso, el adelanto de elecciones y la convocatoria a una asamblea constituyente.
Boluarte ha enviado dos proyectos de ley al Congreso para adelantar las elecciones, pero el Parlamento no ha aprobado el adelanto electoral.