Toronto (Canadá), 4 may (EFE).- El documental español “Fauna”, en el que el director Pau Faus trata la experimentación con animales para el desarrollo de la vacuna contra la covid-19 y el contraste con el mundo rural, se ha convertido en uno de los favoritos del público del festival canadiense Hot Docs, que se desarrolla en Toronto.
El filme se ha colocado como el tercer favorito de la audiencia del festival, el más importante del cine documental de Norteamérica, que se inició el pasado 27 de mayo y cerrará su XXX edición el próximo 7 de mayo.
En “Fauna”, Faus contrasta el mundo de un pastor que convive con sus rebaños con el trabajo en el Centre de Recerca en Sanitat Animal (CReSA), cerca de Barcelona (España), cuando los científicos se esforzaban para desarrollar una vacuna contra la covid-19 en el momento álgido de la pandemia.
Faus declaró a EFE que, tras recibir el encargo de la productora Nanouk Films para hacer un documental sobre el trabajo de desarrollo de la vacuna, visitó CReSA donde se realizaba la fase de experimentación animal del suero contra la covid.
“Cuando fui a ver este escenario, aparentemente secundario de mi historia, me pareció muy interesante”, explicó Faus en Toronto donde acudió a presentar su cinta.
“Era un lugar que condensaba mucho de lo que estaba ocurriendo: gente encerrada, bajo medidas de seguridad muy potentes, con el virus en las manos intentando descifrar lo que estaba ocurriendo -agregó-, pero enmarcados por una ventana que daba a un bosque donde estaba esa naturaleza”.
A Faus le interesó el hecho que la fase de experimentación animal del proceso de desarrollo de la vacuna nunca tuviera una gran difusión entre el público.
“Se combinó el interés de hablar de la experimentación animal, que es esencial para la medicina moderna, y el contraste entre lo moderno y lo arcaico que es el bosque, el pastor. Esas piezas nos hicieron ver que había una película que podía funcionar”, añadió el director catalán.
Faus reconoció que antes de iniciar el rodaje no era consciente de la gran cantidad de medicinas o tratamientos médicos que existen gracias a la experimentación con animales, “la contradicción de sacrificar animales para salvar humanos”.
“He entendido mejor una parte de la ciencia que desconocía, la investigación médica. Me he dado cuenta que es una contradicción que no abordamos. Es verdad que el nivel de muertes de animales es irrisorio comparado con el de los animales que mueren para consumo. Me parece un debate interesante”, reflexionó.
En su opinión, “es muy fácil estar contra la experimentación para cosméticos o productos de limpieza, sin duda, ¿pero para que deje de evolucionar la investigación sobre el cáncer, o sobre la diabetes, o sobre el asma o sobre trasplantes? No sé cuánta gente aceptaría renunciar a eso”, añadió.
“Nunca me había confrontado con esta pregunta -siguió-. Y en esta película lo he hecho”.