Washington, 15 dic (EFE).- El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves un nuevo presupuesto para Defensa por valor de 858.000 millones de dólares, que incluye aumentos de sueldo para las tropas y elimina la obligación de estar vacunado contra la covid-19, un requisito de los conservadores.
La llamada Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA, en inglés) deberá ser firmada ahora por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para entrar en vigor.
El apoyo en el Senado fue mayoritario: 83 legisladores votaron a favor, mientras que tan solo 11 lo hicieron en contra.
El nuevo paquete de gasto es un 10 % superior al del año pasado, que era de 778.000 millones de dólares.
De los 857.900 millones de dólares aprobados hoy, 816.700 van dirigidos al Departamento de Defensa y 30.300 a programas de seguridad nacional en el de Energía.
Los fondos acordados suman 45.000 millones a la cantidad inicialmente solicitada por Biden para afrontar el efecto de la inflación y acelerar la implementación de la Estrategia Nacional de Defensa.
Así, ese proyecto de ley autoriza 12.600 millones para hacer frente al impacto de la subida de los precios en las compras, otros 3.800 millones para contrarrestar ese efecto en los proyectos de construcción militar y 2.500 millones en las adquisiciones de combustible.
El acuerdo de este año, según el propio texto de la propuesta, se centra en las prioridades “vitales” del país en materia defensiva, entre ellas la “competencia estratégica con China y Rusia, tecnologías disruptivas como las armas hipersónicas, la inteligencia artificial o la modernización de la aviación, los buques y los vehículos de defensa”.
El texto aprueba además un aumento del 4,6 % en el salario de los trabajadores del Departamento de Defensa, tanto civiles como militares.
Lo acordado este jueves también amplía la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania y autoriza 800 millones de dólares adicionales para el año fiscal 2023, lo que supone un incremento de 500 millones respecto al presupuesto solicitado por Biden.
Asimismo, reafirma que el compromiso del Congreso estadounidense con la OTAN es “férreo” y enfatiza la importancia de mantener una respuesta unificada frente a la “injusta” guerra de Rusia en Ucrania y otros desafíos comunes de seguridad.