Ciudad de México, 27 dic (EFE).- El cine mexicano resurgió tras la pandemia y tuvo un activo 2022 con las mujeres cineastas como protagonistas, las reapariciones de los afamados Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu y el conflicto entre la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) y el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), según los críticos cinematográficos Silvestre López-Portillo y Rafael Aviña.
“Tras la pandemia todo ha sido volver a agarrar el hilo, volver a aceitar las cosas, en pandemia el cine mexicano sacó algunas películas que estaban guardadas, pero el 2022 para mí fue un año de sembrar lo que el 2023 va a ser una gran cosecha”, dijo López-Portillo en entrevista con EFE.
“El próximo año vamos a ver a Guillermo del Toro y (Alejandro) González Inárritu nominados y vamos a ver lo que se estrenó en el Festival Internacional de Cine Morelia (FICM) en el que de las 10 películas que estuvieron en competencia ocho fueron dirigidas por mujeres”, recordó.
Para el también académico de la Universidad de las Américas (UDLA) Puebla “el hecho que la producción no haya bajado es algo importante y este año todo mundo retomó la producción pero creo que falta al final el engrane de la exhibición”.
LAS MUJERES DIRECTORAS
López Portillo considera que un ejemplo de lo que fue el 2022 para el cine mexicano fue la edición número 20 del FICM que se caracterizó por tener una presencia histórica de mujeres en la selección de largometraje mexicano al contar con ocho de diez elegidos.
“Poco a poco nos estamos acercando a la ‘normalidad’ de que ya no tendremos que destacar que sean mujeres, quienes hicieron buenas películas y debemos dejar de sorprendernos (…) las mujeres son las que han sacado la casta en estos últimos años y han estado este ocupando muy buenos espacios”, expuso.
NUEVOS CINEASTAS
Pero además del sobresaliente quehacer de las mujeres, para el también crítico y columnista cinematográfico Rafael Aviña lo interesante es la producción que están haciendo los nuevos cineastas.
“Hay muchas películas como ‘Monstruo comunista’ de Iván Reyes; ‘Evolución 1020’ de Natalia Panganiva o ‘Amores incompletos’ de Gilberto González Penilla, que son películas curiosas, esta última una comedia bastante entretenida infinitamente superior a cualquiera de las comedias mexicanas que se muestran en Netflix”, expuso.
Aviña aceptó que en el trabajo de los cineastas mexicanos hay “películas que tienen muchas fallas (…) pero eso es lo de menos, lo importante es el entusiasmo que uno ve que está pasando en esa producción”.
Dijo que estos nuevos directores “están haciendo sus películas porque le gusta el cine, por amor al cine y no hay ninguna inversión del Estado ni un solo peso en esas películas y así como esas hay muchas más”.
Señaló que en el final del año en México “todo el mundo habló de ‘Bardo’ y ‘Pinocho'”, de Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, respectivamente, “y qué bueno, porque son dos cineastas muy opuestos, pero muy talentosos, pero hay mucho más cine en México”.
LOS DIRECTORES FAMOSOS
Precisamente de “Pinocho”, Aviña precisó que “no es una producción mexicana, y está hecha por un gran cineasta mexicano que es del Toro”, mientras que ‘Bardo’ “es una coproducción”.
De Del Toro dijo que “es uno de los personajes más queridos en México y ha demostrado su sincera preocupación por la situación que se viven en el cine mexicano y realizó una película muy bella para la que reclutó a muchísimos animadores mexicanos”.
Mientras que el caso de González Iñárritu cree que el propio cineasta “sabía la polémica que iba a generar y su manera de abordar la película en las entrevistas iba a generar todavía más polémica”.
Dijo que a Inárritu la gente “lo ama o lo odia” y con “Bardo” “dividió opiniones, hay personas que enaltecen mucho la película y una buena mayoría que la aborrece y habla mal de la cinta y sobre todo del personaje”.
LA POLÉMICA
Sobre la cancelación de la entrega de Premios Ariel 2023 a lo mejor de la cinematografía mexicana anunciado por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas que acusó al Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine) de no entregar el presupuesto necesario, Aviña dijo que si la AMACC es un organismo, “de alguna manera autónomo, una especie de asociación civil, podría generar su propios apoyos”.
Mientras que López Portillo dijo que si la industria y todos sus integrantes quieren arreglar los problemas del cine mexicano “lo más importante es verlo, hay que empezar por ver cine mexicano y creo que es importante que en el 2023 se generen y se creen las mejores oportunidades para que el público asista a las salas a ver el trabajo de los cineastas mexicanos”.