Ciudad de México, 18 may (EFE).- El Banco de México (Banxico) mantuvo este jueves sin cambio la tasa de interés en el 11,25 %, el mayor nivel en su historia, en una decisión que rompió con quince incrementos consecutivos ante los altos niveles de inflación.
En su anuncio, el banco central “consideró que se ha entrado en una fase de desinflación debido a que diversas presiones se han mitigado. Sin embargo, juzgó que estas siguen incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta, y que el panorama inflacionario continúa siendo muy complejo”.
El freno a las subidas, que iniciaron durante la pandemia de covid-19 en junio de 2021 y acumulan 725 puntos bases, se aprobó por unanimidad y ocurrió a pesar del aumento de 25 puntos que anunció la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) hace dos semanas.
Aún así, el anuncio estuvo dentro de las expectativas del mercado tras revelarse que la inflación general descendió en abril a 6,25 %, su menor nivel desde octubre de 2021, tras registrar un índice de 7,82 % de diciembre, su mayor tasa para un cierre de año en lo que va del siglo.
“Desde la última reunión de política monetaria, la inflación general anual siguió descendiendo. Además, en su última lectura la inflación subyacente mostró una reducción más marcada que en los meses previos”, argumentó la Junta de Gobierno del banco.
Banxico prevé ahora que la inflación general promedie un 4,7 % anual en el último trimestre de 2023 tras la expectativa anterior de 4,8 %.
Mientras que para el cierre de 2024 mantuvo la expectativa en 3,1 %.
“El panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza. Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 %, (el banco) considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado”, avisó.
Como riesgos al alza, la Junta de Gobierno enunció la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, la depreciación cambiaría ante eventos de volatilidad financiera internacional, mayores presiones de costos, y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
Como factores positivos sostuvo que, desde la última decisión del 30 de marzo, “el peso mexicano se apreció. La actividad económica ha mostrado resiliencia ante un entorno externo complejo, y en el primer trimestre de 2023 incrementó su ritmo de expansión. El mercado laboral muestra fortaleza”.
La próxima decisión del Banxico se revelará el 22 de junio.