Miami, 04 oct (EFE).- El actor mexicano Pablo Lyle fue declarado este martes culpable de homicidio involuntario por la muerte de Juan Ricardo Hernández, de 63 años y origen cubano en hechos que se remontan a 2019.
Lyle, de 35 años, había comunicado a la jueza Marisa Tinkler Méndez, al frente del caso en la Corte Criminal de Miami-Dade, que por iniciativa propia y bajo el consejo de sus abogados no testificaría en la audiencia.
El actor mexicano, conocido por su actuación en telenovelas como “Adorable maldición”, matizó que su decisión no estuvo sometida a presión alguna.
El jurado, compuesto por 6 personas, dio a conocer su veredicto en su primer día de deliberaciones tras los alegatos finales hechos el lunes, durante los cuales la fiscal Gabriela Alfaro repitió la frase “por favor, no me hagas daño”, supuestamente las últimas palabras de Hernández antes de caer al suelo producto del golpe que le propinó el actor.
La declaración de culpabilidad de homicidio involuntario por parte del jurado propició que los familiares del fallecido llorasen, en lo que supone el fin -a la espera de la sentencia- de un proceso que llevó a Lyle a situación de arresto domiciliario y al pago de una fianza de 50.000 dólares.
El actor mexicano, en el momento de conocerse la declaración de culpabilidad, se mantuvo en calma y sin perder la compostura.
La jueza Tinkler Méndez había dado instrucciones al jurado para que comenzaran a deliberar este mismo martes por la mañana.
La fiscalía y la defensa trataron el lunes de influir la decisión del jurado con sus últimos argumentos, apoyados con palabras y gestos de emotividad.
El abogado Philip Reizenstein, quien defendió al actor, recurrió a una foto que mostraba a los tres hijos y a la esposa de Lyle, Ana Araujo, para subrayar que la conducta del mexicano estuvo basada en un acto de defensa propia.
“Este caso es sobre el miedo”, sostuvo de forma categórica el abogado defensor.
La fiscal Gabriela Alfaro sostuvo por su parte que Lyle golpeó a Hernández de forma innecesaria, en unos hechos que se remontan al 31 de marzo de 2019 en la ciudad de Miami.
“Ese golpe que le dio el señor Lyle -al fallecido Hernández- hizo que la víctima cayera hacia atrás para golpearse la cabeza y abrirse el cráneo, heridas que causaron su muerte”, dijo la fiscal.
En las últimas audiencias de este proceso declararon varios testigos del incidente, pero sin duda el testimonio más importante del día fue el de Ana Araujo, la esposa de Lyle, quien en la jornada de la tragedia viajaba en el vehículo junto a su cuñado y sus dos hijos.
Araujo sostuvo que se asustó muchísimo y que sintió un fuerte golpe en el vehículo durante el incidente.
El juicio contra Lyle comenzó el pasado 20 de septiembre tras varios retrasos por la pandemia.
Lyle propinó un puñetazo tras una discusión por un asunto de tráfico a Hernández, que cuatro días después murió en un hospital de Miami.
En medio de la discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo con las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
Los abogados de Lyle habían solicitado, sin éxito, la desestimación del caso bajo la ley de defensa propia del estado de Florida.
Lyle podría pasar hasta 15 en prisión.