Washington, 19 may (EFE).- Funcionarios militares estadounidenses han reconocido que pudieron haberse equivocado al afirmar que mataron recientemente en Siria a una figura influyente de Al Qaeda que, en realidad, pudiera ser un pastor de una zona rural de ese país, informó hoy el diario The Washington Post.
La operación militar fue supervisada por el Mando Central de EEUU (CENTCOM), que afirmó horas después del ataque, el pasado 3 de mayo, sin citar pruebas ni nombrar a un sospechoso, que la incursión con aviones no tripulados Predator había tenido como objetivo a un “líder de alto rango de Al Qaeda”.
Sin embargo, “ahora hay dudas en el Pentágono sobre quién resultó muerto”, aseguró el rotativo, que cita como fuentes a dos funcionarios de la Defensa estadounidense que hablaron bajo la condición de anonimato.
Al parecer, el civil fallecido ha sido identificado por su familia como Lotfi Hassan Misto, de 56 años, un “exalbañil que vivía tranquilamente en el noroeste de Siria, según las entrevistas con su hermano, su hijo y otras seis personas que lo conocían”, agregó el Post.
La misma familia, según el diario, describió a la víctima como un “hombre amable y trabajador que fue pobre toda su vida”.
“Ya no estamos seguros de haber matado a un alto cargo de AQ (Al Qaeda)”, dijo al Post uno de los funcionarios consultados, mientras que el otro, que ofreció una visión ligeramente diferente, precisó que aunque creen que en el ataque no se mató “al objetivo original”, piensan que la víctima sí pertenecía a Al Qaeda.
El Post recordó que los oficiales militares estadounidenses se han negado a aclarar estas dudas públicamente.
En un comunicado, Michael Lawhorn, portavoz del Mando Central (CENTCOM), dijo que los funcionarios están al tanto de los informes de la posible existencia de una víctima civil y continúan evaluando el suceso.
“CENTCOM se toma en serio todas esas acusaciones y está investigando para determinar si la acción puede haber ocasionado involuntariamente daños a los civiles”, dijo el jueves Lawhorn.
El año pasado, ante las acusaciones de que el ejército había encubierto casos de ataques aéreos que mataron a personas inocentes, la administración que preside Joe Biden prometió tomar medidas que, según dijo, reducirían tales riesgos y prometió una mayor transparencia.
Las investigaciones realizadas por varios medios de comunicación, incluido el Post, han revelado cómo la inteligencia errónea y lo que los militares llaman “sesgo de confirmación” han llevado al desastre, subraya el diario.
Estos errores incluyen un ataque en 2021 durante la evacuación de Afganistán por parte de EE.UU. en el que los funcionarios declararon inicialmente que había resultado muerto un terrorista suicida y, sin embargo, acabó con la vida de diez civiles afganos, incluidos siete niños, recordó el rotativo.