Los Ángeles, 11 ago (EFE).- La expolicía afroamericana Janine Bouey logró un acuerdo para resolver una demanda judicial contra el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) que ella alegaba que fue discriminada y abusada sexualmente cuando regresaba a Estados Unidos por la frontera con México.
Bouey, de 63 años y quien trabajó con el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD), recibió un pago de 75.000 dólares como parte del acuerdo, según informaron este viernes sus abogados al periódico The San Diego Union Tribune.
La expolicía denunció que en 2020 fue separada de las demás personas que esperaban para ingresar a Estados Unidos por el Puerto de Entrada de Otay (California) cuando regresaba de una cita dental en la fronteriza ciudad mexicana de Tijuana, y que un agente de CBP le hizo comentarios insinuantes e inapropiados.
Después fue registrada por una oficial de CBP que la forzó a abrir las piernas y usó sus dedos para tocarla en su zona genital sobre la ropa.
De acuerdo con la demanda, otro oficial colocó la cabeza de un perro auxiliar contra sus partes privadas y fue manoseada nuevamente sobre la ropa y esposada a una banca.
Posteriormente, la mujer fue llevada a otra habitación, donde los oficiales le ordenaron desnudarse y ponerse en cuclillas “mientras le examinaban desde atrás su área genital con una linterna”.
Los oficiales no encontraron drogas y, después de varias horas bajo custodia, la mujer fue liberada.
Tras conocerse el acuerdo, Bouey, una veterana del Ejército y residente de Los Ángeles, dijo que el incidente le provocó “pesadillas realmente malas” y que sufre de estrés.
Como parte del acuerdo, la CBP corregirá en sus registros el informe sobre el cruce fronterizo de Bouey para aclarar que un perro detector de drogas no “alertó”, sobre la posibilidad de drogas.