Washington, 5 abr (EFE).- La secretaria de Comercio estadounidense, Katherine Tai, cree que Estados Unidos debe apostar por no buscar acuerdos de libre comercio tradicionales porque no funcionan en la economía del siglo XXI.
Así lo defenderá en un discurso en la American University publicado este miércoles por la prensa local. “Estamos escribiendo una nueva historia sobre el comercio, una que nos hace más resistentes, nuestra economía más sostenible y nuestros resultados más inclusivos”, afirma.
Una nueva historia que apueste por trabajar para “aliviar las barreras no arancelarias a las exportaciones estadounidenses” y que dé así “más resiliencia” a la cadena de suministro.
En su discurso, Tai asegura que la política estadounidense debe “adaptarse a las realidades de la economía global actual”, por lo que la política industrial y la política comercial deben trabajar en la misma dirección.
“Ese es el tema clave de la nueva historia comercial de la Administración Biden: fortalecer nuestra cooperación con economías afines para lograr un futuro más sostenible para nuestra gente”, explica.
Tai recuerda que, por otro lado, el país está trabajando con sus aliados para contrarrestar la competencia desleal de China y poder anticipar problemas que no se vieron en el pasado.
La secretaria cita como ejemplos el acuerdo global sobre acero y aluminio sostenibles que Estados Unidos está negociando con la Unión Europea, que busca contrarrestar los subsidios estatales masivos de China, o el marco económico del Indo-Pacífico que EE.UU. está negociando con 13 naciones en Asia.
“La convergencia entre el estado y la economía (en China) es algo con lo que continuamos lidiando”, afirma Tai.
Durante mucho tiempo, añade, “pensamos que el mercado se encargaría de todo”, pero “si no se está en igualdad de condiciones” esto no sucede.
“Tenemos que tomar medidas nuevas, más activas y más audaces para invertir en nosotros mismos”, afirma Tai, quien cita algunas políticas que Joe Biden ha llevado a cabo como la Ley de Ciencia y Chips destinada a revitalizar la fabricación de semiconductores de EE.UU. o la Ley para la Reducción de la Inflación que busca desafiar el dominio de China en tecnologías ecológicas.