Washington, 21 mar (EFE).- La Casa Blanca consideró este martes que China no debería reaccionar de forma exagerada ante las escalas que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, tiene programado hacer en EE.UU. durante una visita al continente americano.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional del presidente Joe Biden, dijo en una rueda de prensa que se trata de un viaje “personal, no oficial” de Tsai.
Pekín presentó hoy una protesta oficial ante EE.UU. por el viaje de la presidenta de Taiwán a Centroamérica, que incluirá escalas en Nueva York y Los Ángeles.
La responsable hará una escala en Nueva York el 30 de marzo y otra en Los Ángeles el 5 de abril como parte de su viaje a Centroamérica, donde visitará Belice y Guatemala, dos de los 14 países que todavía mantienen lazos diplomáticos con Taipéi.
La oficina de Tsai no ha precisado por el momento qué actividades llevará a cabo en Estados Unidos.
Kirby subrayó que esta visita no es algo inhabitual, ya que, recordó, los presidentes taiwaneses han viajado en el pasado a EE.UU.
Respecto a la agenda de trabajo de Tsai, Kirby indicó que corresponde a Taiwán anunciar con quién se verá y cuándo, aunque remarcó que “no es algo poco común” que los líderes taiweneses se reúnan con funcionarios de EE.UU. o miembros del Congreso.
En agosto de 2022 la visita a Taiwán de la entonces presidenta del Congreso de EE.UU., la demócrata Nancy Pelosi, enfureció a Pekín, que la calificó de “farsa” y “traición deplorable”.
En respuesta a ese viaje, China impuso sanciones a Pelosi, suspendió el diálogo con EE.UU. en varios importantes ámbitos y desplegó en el Estrecho de Taiwán maniobras militares de una intensidad inédita en décadas.
China reclama la soberanía sobre Taiwán, a la que considera una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.