Washington, 2 dic (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos celebró este viernes que la decisión de la Unión Europea, el G7 y Australia de poner un tope de 60 dólares al barril de crudo ruso transportado por vía marítima limitará los ingresos y las finanzas del presidente ruso, Vladímir Putin.
“La acción de hoy ayudará a limitar las finanzas de Putin y los ingresos que está usando para financiar su invasión brutal de Ucrania”, dijo en un comunicado la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.
Yellen aseguró que, en una situación en que la economía rusa ya se está contrayendo, el tope al precio del crudo supondrá una reducción inmediata en la fuente de ingresos más importante para Putin.
El club de naciones industrializadas del G7 y Australia acordaron este viernes un tope de 60 dólares al barril de crudo ruso transportado por vía marítima, en línea con la decisión de los países de la Unión europea (UE).
Con este paso, Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Italia, Francia y Alemania -que ostenta la presidencia de turno- pretenden evitar que Rusia “se beneficie de su guerra de agresión contra Ucrania”, anunciaron en un comunicado.
Además, la medida, que entrará en vigor el próximo 5 de diciembre o “poco después”, tiene como objetivo “apoyar la estabilidad en los mercados de energía globales y minimizar los efectos económicos de la guerra rusa de agresión, en especial para los países de bajos y medios ingresos”.
Para implementar la decisión, los miembros del club de los siete prohibirán a sus navieras prestar servicios que permitan a nivel global el transporte de crudo ruso y sus derivados a no ser que estos sean comprados al precio especificado o por debajo de él.
“Reafirmamos nuestra intención de eliminar el crudo y los productos petroleros de origen ruso de nuestros mercados domésticos. Este compromiso no se ve modificado por la implementación del tope”, subrayó el comunicado.
Por el contrario, la medida tiene como objetivo permitir un suministro energético estable a terceros países limitando, al mismo tiempo, los ingresos de Rusia, señaló el G7.
Con ella, los intereses económicos de dichos terceros países no se ven perjudicados, ya que las importaciones bajo el tope “ayudarán a restringir los precios de la energía y a limitar la capacidad de Rusia de seguir beneficiándose de las ganancias extraordinarias que ha estado obteniendo con la guerra”.
Aunque el tope entrará en vigor a partir del próximo lunes, 5 de diciembre, se incluirá una excepción temporal para permitir las transacciones que afecten a crudo que ya haya sido cargado a bordo del buque correspondiente antes de esa fecha.
El club de los siete se compromete además a coordinar en la medida de lo posible la implementación del tope para minimizar la carga resultante para las empresas.