Washington, 19 dic (EFE).- Estados Unidos se acerca a un cierre parcial del Gobierno después de que, a un día de que se cumpla el plazo para que el Ejecutivo se quede sin fondos, los republicanos no lograran aprobar en la Cámara Baja su plan para prolongar los presupuestos.
El proyecto de ley sometido a voto no alcanzó los dos tercios necesarios para seguir adelante en su trámite parlamentario hacia el Senado: 174 legisladores se pronunciaron a favor, 235 en contra, uno votó presente y 20 no votaron.
En la bancada republicana hubo 38 congresistas que votaron en contra y nueve que no votaron, lo que refleja un cisma en las filas conservadoras que complica la posibilidad de llegar a un acuerdo antes de la medianoche del viernes al sábado, incluso aunque el límite requerido se reduzca a una mayoría simple.
El presidente de la Cámara Baja, Mike Johnson, mostró su decepción por el resultado, pero lo achacó a los demócratas.
“Es muy decepcionante para nosotros que todos los demócratas salvo dos hayan votado en contra de ayudar a los agricultores, contra la ayuda frente a desastres y contra todas estas medidas bipartidistas que ya habían sido negociadas”, dijo a la prensa.
La mayoría republicana de la Cámara de Representantes y la mayoría demócrata del Senado habían alcanzado un acuerdo bipartidista el martes para dotar al Gobierno de nuevos fondos, pero ese pacto fue tumbado el miércoles tras la oposición mostrada por el presidente electo, Donald Trump, que comenzará su segundo mandato el 20 de enero.
Este último había llegado a vincular la reelección de Johnson a que este se plegara a sus exigencias, pero el “plan B” presentado finalmente, que redujo a 116 páginas las 1.547 del proyecto original y que sí había sido validado por Trump, no salió adelante.
En contra de la resolución inicial había ejercido también presión el magnate Elon Musk, mano derecha del mandatario electo y a quien se le ha asignado la labor de recortar los gastos federales y la burocracia en la nueva Administración.
Johnson destacó al término de la votación que “la única diferencia” entre el primer proyecto y el segundo es que se suprimía el límite de la deuda federal durante dos años, algo que también había provocado en verdad las reticencias de republicanos más moderados.
“Lograremos otra solución”, añadió en su breve comparecencia ante la prensa, en la que consideró “irresponsable” arriesgarse a un cierre de Gobierno por cuestiones que en su opinión ya habían sido aceptadas.
La Cámara Baja informó de que no se esperan nuevas votaciones este jueves por la noche, por lo que el Congreso solo dispone del viernes para llegar a un acuerdo.
Desde 1976, cuando se aprobaron nuevas leyes presupuestarias, la Administración estadounidense se ha quedado sin fondos en unas 20 ocasiones, aunque la mayoría de veces ha sido solo durante un día.
El cierre más largo, de 35 días, ocurrió durante el primer mandato de Trump (2017-2021) debido a unos desacuerdos entre demócratas y republicanos sobre los fondos para el muro que quería alzar en la frontera con México.
El líder de la minoría demócrata en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, criticó que los republicanos no estén siendo “serios” a la hora de ayudar a los estadounidenses de clase trabajadora: “Inaceptable”, dijo.
Antes de que tuviera lugar el voto ya había avisado de que su partido iba a votar en contra. Ese proyecto de ley parecía de todas formas destinado al fracaso porque los demócratas tienen la mayoría en el Senado.
En la agitada jornada política llegó a intervenir incluso la Casa Blanca para criticar en boca de su portavoz, Karine Jean-Pierre, que los republicanos hubieran incumplido su palabra de apoyar un acuerdo bipartidista y para destacar que la propuesta presentada después de forma unilateral fuera “un obsequio para los multimillonarios”.