Miami, 29 ago (EFE).- Estados Unidos no está preparado para responder al previsto crecimiento de la población hispana de la tercera edad, que se cuadruplicará de aquí a 2050 y presenta desafíos en materia de salud como una propensión mayor al Alzheimer que otros grupos, advierte un experto en la materia.
Mario Tapia, presidente y director ejecutivo de Latino Center on Aging, una organización fundada hace más de 30 años y centrada en los latinos mayores, dice a EFE que hoy en día hay aproximadamente 5 millones de hispanos mayores de 55 años en el país.
Las proyecciones de organismos oficiales indican que en 2050 serán 22 millones.
Tapia pone como ejemplo de lo que puede traer el no estar preparados para ese pronosticado crecimiento el condado Miami-Dade, en el sureste de Florida, donde 7 de cada 10 personas son latinos.
“Es preocupante que hasta el momento no hemos visto un plan y es ahora cuando sería el momento de planificar”, dice el presidente de Latino Center on Age.
A pesar de que su organización se ha reunido con “personas que están en capacidad de hacer cambios” para ponerlos al día de la situación, hay una notoria falta de acción.
El especialista de origen chileno considera que no es deliberada sino que obedece más bien a que los que toman decisiones no han tenido interés en las estadísticas demográficas y no han tomado conciencia del desafío que se avecina.
EL CASO DEL ALZHEIMER Y LOS HISPANOS
Según un reciente informe científico, Miami-Dade tiene el índice mayor de prevalencia de la enfermedad de Alzheimer de todo Estados Unidos: un 16,6 % de los 460.000 mayores de 65 años que vive en el condado padece esa enfermedad que ocasiona pérdida de la memoria.
El hecho de que la gran mayoría de los residentes en ese condado sean latinos parece tener que ver.
De acuerdo con los especialistas en genética humana de la Universidad de Miami Margaret A. Pericak-Vance y John T. Macdonald, los afroamericanos y los hispanoamericanos tienen mayor propensión a desarrollar Alzheimer y demencia que los blancos no hispanos de origen europeo.
En estos últimos la propensión es del 10 %, mientras que en latinos es del 12 % y en afroamericanos del 14 %.
Pericak-Vance y MacDonald se plantearon estudiar cómo afecta el Alzheimer y otras formas de demencia a comunidades diversas donde las minorías tienen un peso demográfico elevado, porque esos grupos suelen estar infrarepresentados en los estudios genéticos.
Eso “mina la capacidad de comprender completamente la arquitectura genética de la enfermedad, intensifica las inequidades en materia de salud, reduce el poder de predecir el riesgo y hace que el traspaso del resultado de la investigación a la práctica clínica pueda ser peligrosamente incompleto o, peor aun, equivocado”, dicen los genetistas en su estudio.
FALTA DE INFORMACIÓN Y DE PROFESIONALES HISPANOS
A Tapia le asaltan preocupaciones del mismo tenor cuando ve que ni siquiera en Miami-Dade, donde en más del 60 % de los hogares se habla español, hay “una guía de recursos” bilingüe para la tercera edad, que es el segmento de población más tendente a hablar solo o de preferencia en español.
Tapia pertenece a un comité de asesores del condado en materia de tercera edad y lo más que ha logrado es que le prometan que quizás el año que viene salga esa guía en español.
“Traté de hacer entender que esto no puede ser, porque estamos dejando a una gran parte de la población sin acceso a la información de los recursos existentes para ellos”, dice.
Además, Tapia advierte que hay una clara ausencia de profesionales hispanos en niveles directivos en organizaciones relacionadas con el Alzheimer y en organismos de toma de decisiones, tanto en entidades públicas como en privadas.
Todo esto no solo sucede en el sur de Florida, sino en la mayor parte de la nación donde radican comunidades de mayores latinos, subraya.
En el caso particular del Alzheimer a los hispanos mayores les falta la información que podría llevar a un diagnóstico temprano, señala.
“Algo que nos están diciendo los profesionales es que, especialmente cuando se hacen las evaluaciones para el diagnóstico de Alzheimer tienen que ser en español, en el idioma nativo.
Al mismo tiempo Miami-Dade despierta un interés de la comunidad científica y académica por su particular composición demográfica.
“Se por distintas fuentes que universidades de todo Estados Unidos vienen aquí a hacer estudios, porque así va a lucir Estados Unidos en 30 años a partir de ahora”, subraya.