Washington, 18 oct (EFE).- Estados Unidos anunció este miércoles la puesta en marcha de un programa de reunificación familiar para que puedan entrar legalmente al país los migrantes ecuatorianos que tengan familiares directos con ciudadanía o residencia permanente en territorio estadounidense.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) anunció en un comunicado que bajo el nuevo programa que los ecuatorianos admitidos bajo el programa de reunificación familiar podrán permanecer en el país durante tres años mientras esperan el proceso para obtener su residencia permanente legal en Estados Unidos.
Los elegibles deben estar fuera de Estados Unidos, tener una invitación de un familiar que sea ciudadano o residente permanente ese país y cumplir una serie de condiciones, como pasar evaluaciones médicas y revisiones de antecedentes penales.
Además no deben haber recibido una visa de inmigrante y las solicitudes se estudiarán caso por caso, afirmó el DHS.
Estados Unidos ya cuenta con programas de reunificación familiar similares para persona de Cuba, de Haití, de Colombia, de El Salvador, de Guatemala y de Honduras.
El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, reivindicó que este programa “garantizará que más familias puedan acceder a vías legales en lugar de ponerse a merced de los traficantes para realizar el peligroso viaje” por la selva del Darién.
No obstante, advirtió a aquellos migrantes que intenten entrar a Estados Unidos de forma irregular por la frontera enfrentarán “duras consecuencias”.
El Gobierno de Joe Biden ha agravado las consecuencias para los cruces de migrantes indocumentados desde que en mayo se levantó el Título 42, la política de expulsiones que se aplicó durante la pandemia de covid-19.
Desde entonces, los migrantes venezolanos, cubanos, nicaragüenses y haitianos son devueltos generalmente a México, mientras que el resto son retornados a sus países y afrontan un posible veto de cinco años para volver a ingresar a Estados Unidos.
A pesar de las nuevas políticas migratorias, la presión sobre la frontera no baja, pues las autoridades estadounidenses detuvieron en agosto a 232.972 personas, la mayor cifra mensual en lo que va de año.