Washington, 24 ene (EFE).- Estados Unidos afirmó este martes que ha hecho “todo lo que podía”, por ahora, para ayudar a Haití y guardó silencio sobre las peticiones del Gobierno haitiano para que una fuerza armada internacional intervenga en el país para combatir a las bandas armadas.
La Casa Blanca se posicionó así después de que el embajador haitiano ante la ONU, Antonio Rodriguez, dijera ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que Haití no puede seguir esperando a esa fuerza armada internacional debido a la grave situación que enfrenta el país.
Preguntada al respecto en una rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, no comentó específicamente sobre las palabras del embajador haitiano, pero aseguró que la crisis en Haití es un tema “verdaderamente importante” para el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
“Esto es algo que hemos estado siguiendo de cerca y hemos hecho todo lo que podíamos hacer, en este momento, para ayudar al pueblo haitiano”, dijo Jean-Pierre.
La portavoz, hija de haitianos, aseguró que el presidente ha estado siguiendo muy de cerca la crisis en Haití y recordó que formó parte de la agenda de la reunión que mantuvieron a principio de mes en Ciudad de México Biden y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador.
El Gobierno haitiano solicitó oficialmente el pasado octubre la intervención de una misión internacional para ayudar a la Policía Nacional contra las pandillas.
Esa operación fue respaldada por el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, quien propuso establecer una “fuerza de acción rápida” compuesta por militares de uno o varios países y no bajo bandera de la ONU.
Sin embargo, el proyecto por ahora no se ha cristalizado a falta de encontrar un Estado dispuesto a liderarlo, según fuentes diplomáticas.
Estados Unidos y Canadá han impulsado conversaciones sobre esta cuestión, pero hasta el momento no han mostrado intención de encabezar la operación, según esas mismas fuentes.
Según datos recopilados por la ONU, la violencia por parte de las pandillas en Haití alcanzó en 2022 niveles no vistos en décadas, con un fuerte aumento de los homicidios, hasta un total de 2.183, y 1.359 secuestros, más del doble que el año anterior.
Las guerras entre grupos armados se han cebado con barrios de Puerto Príncipe, con francotiradores disparando desde azoteas a hombres, mujeres y niños y con continuas denuncias de agresiones sexuales, una táctica que se está utilizando para sembrar el miedo y destruir el tejido social, según la ONU.