Washington, 10 nov (EFE).- Estados Unidos atacó el pasado 8 de noviembre una instalación en Siria utilizada por la Guardia Revolucionaria de Irán y sus grupos afiliados para almacenamiento de armas, una decisión que responde a los ataques sufridos contra el personal estadounidense en la región
Así lo informó este viernes el presidente estadounidense, Joe Biden, en una carta dirigida al Congreso: “Bajo mis órdenes, las fuerzas estadounidenses llevaron a cabo un ataque de precisión contra una instalación en el este de Siria utilizada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán”, apuntó.
El ataque se llevó a cabo “con fines de disuasión” y “de una manera diseñada para limitar el riesgo de una escalada y evitar víctimas civiles”.
“Dirigí el ataque para proteger y defender a nuestro personal, degradar e interrumpir la serie de ataques en curso contra Estados Unidos y nuestros socios, y disuadir a Irán y a los grupos de milicias respaldados por Irán de realizar o apoyar nuevos ataques contra personal de Estados Unidos y sus instalaciones”, añadió Biden.
Según denuncia hace semanas Estados Unidos, grupos de milicias afiliados a la Guardia Revolucionaria han perpetrado una serie de ataques contra personal e instalaciones de Estados Unidos en Irak y Siria.
Estos ataques, más de una docena durante la última semana, “han puesto en grave peligro las vidas del personal estadounidense y de la Coalición que opera junto a las fuerzas estadounidenses”, aseguró el mandatario.
El pasado 27 de octubre, en respuesta a estos actos violentos, Estados Unidos ya llevó a cabo ataques selectivos contra instalaciones en el este de Siria utilizadas por el mencionado grupo.
“Dirigí esta acción militar de conformidad con mi responsabilidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses tanto en el país como en el extranjero y para promover la seguridad nacional y los intereses de política exterior de los Estados Unidos, de conformidad con mi autoridad constitucional”, afirmó Biden.
Estados Unidos tomó esta medida “necesaria y proporcionada” de conformidad con el derecho internacional y “en el ejercicio del derecho inherente de los Estados Unidos a la legítima defensa”.
La carta de Biden no hace referencia a si el ataque causó víctimas. Según la ONG Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos nueve personas murieron por un bombardeo de Estados Unidos contra objetivos pertenecientes a las milicias iraníes en la provincia de Deir al Zur, en el este de Siria.
Según la ONG, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, el bombardeo acabó con la vida de nueve personas, entre ellas tres ciudadanos sirios “que trabajaban con los iraníes”, y destruyó un número indeterminado de armas.
El director de la red de activistas locales DeirAlZur24, Omar abu Layla, también confirmó el mismo balance de víctimas en su cuenta de la red social X y agregó que tres de ellas eran miembros de las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad.