Washington, 27 may (EFE).- Estados Unidos mostró este sábado su apoyo al representante de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Sudán, Volker Perthes, después de que el líder de facto del país, el general Abdelfatah al Burhan, pidiera en una carta su deportación.
“Estados Unidos subraya nuestro firme apoyo a las Naciones Unidas y el trabajo en curso del Representante Especial del Secretario General, Volker Perthes, en la dirección de la Misión Integrada de Asistencia para la Transición de las Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS)”, apuntó en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
El Gobierno de Joe Biden expresó así su “preocupación” por “la carta de las Fuerzas Armadas de Sudán pidiendo su renuncia”.
“Perthes continúa teniendo nuestra confianza en la implementación del mandato de UNITAMS y en el apoyo al pueblo sudanés para lograr un futuro pacífico y democrático”, afirmó Miller.
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La carta de Al Burhan al secretario general de la ONU, António Guterres, apunta que Perthes ha dado “una impresión negativa del papel y la imparcialidad de la organización internacional” por “practicar la desinformación en sus informes al afirmar que había un consenso sobre el acuerdo marco”.
Por ello, Al Burhan exigió a Guterres que “elija una alternativa a Perthes para preservar la relación entre las Naciones Unidas y Sudán”.
Tras la recepción del documento el propio Guterres dijo estar “conmocionado” a la par que “orgulloso del trabajo hecho por Perthes” y reafirmó su confianza total en su Representante Especial.
Perthes dio la bienvenida el pasado lunes al nuevo acuerdo de cese de hostilidades firmado por el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) y pidió a las partes que se involucren seriamente en las conversaciones para avanzar hacia un “verdadero alto el fuego”.
El representante insistió en que las prioridades de la ONU siguen siendo lograr un alto el fuego estable con un mecanismo de monitoreo; prevenir una escalada o una etnicización del conflicto; la protección de civiles y el envío de ayuda humanitaria.
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A ello sumó la preparación de un nuevo proceso político con la participación de una amplio número de actores civiles y políticos, incluidas las mujeres, cuando “llegue el momento oportuno”.
