Washington, 10 may (EFE).- Estados Unidos admitió este miércoles la dificultad de encontrar una solución al conflicto en Sudán y recalcó que, aunque el proceso debe incluir a la mayor cantidad de voces posible, es complicado involucrar a la población civil mientras dure la violencia.
“Nosotros y nuestros socios seguimos dejando claro a las partes enfrentadas y dirigidas por los dos generales que no puede haber solución militar a esta crisis y que las negociaciones son el único camino”, indicó ante el Comité de Exteriores del Senado la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland.
Sudán se encuentra sumido en una catástrofe humanitaria desde los combates iniciados el pasado 25 de abril entre el Ejército y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), encabezados respectivamente por el general Abdelfatah al Burhan y el comandante Mohamed Hamdan Dagalo “Hemedti”.
El diálogo indirecto emprendido entre ambas partes en Yeda el pasado sábado gracias a la mediación de Arabia Saudí y Estados Unidos, y en el que también participa la ONU, tiene como principal objetivo conseguir un alto el fuego que permita el flujo de ayuda.
Un alto el fuego, según indicó Nuland, “lo suficientemente largo como para permitir la entrega constante de servicios muy necesarios”.
“Esta mañana hablé con nuestros negociadores, que son cautelosamente optimistas. Si esta etapa tiene éxito, conduciría a conversaciones extendidas a interlocutores locales, regionales e internacionales de cara a un cese permanente de las hostilidades y luego al regreso de un gobierno civil”, dijo.
La representante estatal dejó claro, no obstante, que “hasta que la violencia no cese y pueda llegar ayuda no se puede restaurar un proceso en el que participen los civiles”.
“Sudán alberga un enorme potencial, pero se ha visto lastrado por décadas de autoritarismo, agitación económica y guerra civil”, apuntó Nuland, mientras que el senador demócrata Chris Coons insistió en que hay que encontrar la manera de involucrar en la conversación no solo a actores regionales, sino también a la propia población sudanesa.
La administradora auxiliar de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), Sarah Charles, admitió que la capacidad de Washington de mantener un apoyo “robusto” al país es todo un reto.
“Incluso antes de esta crisis, Sudán era uno de los países más vulnerables del mundo a la guerra de Rusia contra Ucrania debido a su dependencia de las importaciones. Ya habíamos tratado de ampliar nuestros sistemas en Sudán. Ya iba a ser difícil de sostener eso este año”, sostuvo.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) destacó este miércoles que el conflicto armado desencadenado en Sudán puede llevar la inseguridad alimentaria aguda en el país a niveles récord, con más de 19 millones de personas afectadas, dos quintas partes de su población.