Quito, 29 ago (EFE).- Las autoridades de Ecuador recibieron este jueves a 30 migrantes ecuatorianos irregulares que fueron deportados desde Panamá, como parte del proceso de deportaciones que inició el país centroamericano tras alcanzar un acuerdo con EE.UU. para el tránsito de personas en situación irregular, especialmente las llegadas a través de la selva del Darién.
Los migrantes ecuatorianos llegaron a Manta, según informó en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, que activó los protocolos de recepción para proporcionar asistencia inmediata a los compatriotas retornados.
En ese dispositivo participaron también los ministerios de Salud Pública y de Interior, así como el Registro Civil y las administraciones locales de la ciudad de Manta y de la costera provincia de Manabí.
Estas deportaciones se realizaron después de que las autoridades ecuatorianas y panameñas coordinaran las condiciones necesarias para que se realizaran estos vuelos de regreso.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador enfatizó en la necesidad de garantizar “el respeto de los derechos de los ciudadanos ecuatorianos deportados, en tanto se negocia un memorando de entendimiento con el objetivo de establecer parámetros claros para un proceso ordenado y seguro”.
“La Cancillería continúa trabajando para asegurar que los derechos y la seguridad de los ciudadanos ecuatorianos en el exterior sean resguardados en cualquier circunstancia”, añadió.
El acuerdo entre Panamá y Estados Unidos tiene un valor de seis millones de dólares y está destinado a reducir el flujo de migrantes por esa peligrosa selva del Darién, la arriesgada frontera natural con Colombia, de 266 kilómetros de longitud, usada como camino para llegar a Norteamérica.
Desde inicios de 2024 más de 230.000 migrantes irregulares han cruzado la selva del Darién mientras que en todo 2023 fueron más de 520.000, una cifra inédita, según datos oficiales de Panamá.
Los venezolanos suponen el 66 % de los migrantes que han cruzado el Darién desde comienzos del 2024, con 153.226 personas, seguido de los colombianos (14.659) y los ecuatorianos (14.569).
Para reducir este flujo, desde el pasado 3 de julio, Panamá ha cercado progresivamente con “barreras perimetrales” (vallas de alambre con púas) unos 4,7 kilómetros en el Darién, donde había al menos cinco pasos no autorizados o trochas, para “canalizar” el flujo de los migrantes a través de un “corredor humanitario”.
En su travesía por el Darién, los migrantes enfrentan a menudo los peligros como la crecida repentina de ríos o los ataques de animales salvajes o de grupos armados, que cobran a los migrantes por el paso o les roban, siendo en ocasiones además víctimas de abusos sexuales.