Washington, 23 may (EFE).- La cuenta atrás para alcanzar un acuerdo sobre techo de la deuda soberana en Estados Unidos prosiguió este martes con acusaciones cruzadas de irresponsabilidad entre demócratas y republicanos, que se reprochan mutuamente estar abocando al país al impago.
“Estamos realmente en una encrucijada en esta negociación, pero el presidente (Joe) Biden no se ha tomado este tema seriamente”, criticó en conferencia de prensa el “número dos” de los republicanos en la Cámara Baja, Steve Scalise.
Su comparecencia se produjo un día después de que el mandatario y el líder de ese hemiciclo, el conservador Kevin McCarthy, mantuvieran una nueva reunión en la Casa Blanca en la que no se llegó a un acuerdo pero que según McCarthy fue “productiva”.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, rechazó las críticas republicanas, calificándolas de “ridículas” y haciendo énfasis en que alcanzar un acuerdo va más allá de rencillas políticas.
“Esto es urgente, pero no es político. Se trata de hacer el trabajo para el pueblo estadounidense, hemos pedido al Congreso una y otra vez, durante los últimos cinco meses, que actúe, es su deber constitucional”, señaló la portavoz en una rueda de prensa.
Pero a 9 días del 1 de junio, fecha en la que el Departamento del Tesoro calcula que se pueden agotar las reservas con las que actualmente se están financiando las obligaciones gubernamentales, los republicanos dejaron claro que esa eventual suspensión de pagos no se les puede achacar a ellos.
“Biden está tratando de reescribir la historia, insistiendo en que ha ‘hecho su parte’ sobre el límite de la deuda y que estaría ‘libre de culpa’ si EE.UU. no paga. Sin embargo, la verdad es que se negó a negociar durante más de 100 días. Que nadie se equivoque: cualquier impago sería su culpa”, apuntó este martes el gabinete de McCarthy.
La Cámara Baja, bajo control de los republicanos, aprobó el mes pasado un proyecto de ley que aumentaría el techo de deuda a cambio de amplios recortes del gasto público, y los conservadores se apoyan en ese texto para reivindicar que le corresponde ahora al Senado y a los demócratas desbloquear la situación.
“Trabajamos durante meses para formar una coalición que aprobara un proyecto de ley que aborda el techo de deuda y también el problema de gasto de Washington. Y la respuesta de Biden que estamos viendo en estos últimos días es seguir sin poner ideas serias sobre la mesa”, criticó Scalise.
Los demócratas, sin embargo, acusan al bando contrario de priorizar la política por encima de las necesidades de la gente y de utilizar el techo de deuda como rehén para intentar ver satisfecha su agenda.
“La mayoría ultraderechista quiere que la población estadounidense tome una decisión imposible: aceptar devastadores recortes o un devastador impago”, recalcó la “número dos” de los demócratas en la Cámara Baja, Katherine Clark.
En su opinión, los conservadores “han fabricado una crisis para poder aprovecharse y amenazar a la misma gente a la que llegaron a Washington para ser sus representantes. Este es mi consejo para el líder McCarthy: empieza a escuchar a la gente a la que representamos”, concluyó.
EE.UU. nunca ha incurrido en un impago de la deuda soberana, pero cada cierto tiempo se asoma a esa posibilidad, ya que, a diferencia de otras naciones, su Ejecutivo solo puede emitir deuda hasta el límite establecido por el Congreso, que tiene el poder de suspender ese techo según crea conveniente.
El límite actual, de 31,4 billones de dólares, fue alcanzado el pasado enero. El Gobierno está recurriendo actualmente a dinero en sus reservas para pagar las deudas que ha contraído, pero el Departamento del Tesoro estima que esas reservas se agotarán el 1 de junio, momento en el que se entraría en suspensión de pagos.