Washington, 28 nov (EFE).- Legisladores demócratas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos presentaron este martes una resolución para expulsar del Congreso al republicano George Santos después de que una investigación revelase que se embolsó dinero para asuntos personales.
Según las reglas del Congreso, la resolución presentada por los demócratas Robert García y Dan Goldman podría votarse este mismo jueves.
El presidente del Comité de Ética de la Cámara de Representantes, el republicano Michael Guest, también presentó antes de las vacaciones de Acción de Gracias una resolución para expulsar al polémico congresista neoyorquino.
Es el esfuerzo más serio para expulsar del Congreso a Santos, que también está imputado de 23 delitos, y que ha sobrevivido ya a dos votos similares en la Cámara Baja, el último hace apenas semanas, a principios de noviembre.
Para que un congresista sea expulsado se requiere una mayoría de dos tercios, por lo que debe recibir el apoyo de una gran parte de los legisladores de los dos partidos.
El Comité de Ética hizo público hace dos semanas su informe, de 56 páginas, que detalla los esquemas financieros con los que Santos transfería a sus cuentas personales dinero que ingresaba a su campaña.
A través de una empresa fachada, el legislador transfirió por lo menos 200.000 dólares en 2022, un dinero con el que hizo realizó pagos en tiendas de artículos de lujo como Hermès, así como a la plataforma de contenido para adultos OnlyFans y comidas, entre otros gastos.
Guest dijo tras hacer público el informe que los resultados de la investigación ética interna del Congreso son “más que suficiente para merecer un castigo” y que “el castigo más adecuado, es la expulsión”.
Santos, que lo niega todo, reconoció en una entrevista este fin de semana que lo más probable es que sea expulsado y acusó a sus compañeros de querer deshacerse de él como legislador. También ha anunciado que no tiene intención de volverse a presentar.
Fuera del Congreso, Santos está acusado ante un Tribunal en Nueva York de fraude, lavado de activos, robo de fondos públicos, falso testimonio, conspiración contra Estados Unidos o falsificación de documentos, entre otros, unos cargos de los que se ha declarado no culpable.
Antes de conocerse sus presuntos delitos, el republicano ya había logrado notoriedad pública, famoso por la maraña de falsedades que urdió para ser elegido en los comicios de medio mandato de noviembre de 2022.
Tan solo cinco congresistas han sido expulsados en la historia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, tres de ellos durante la Guerra Civil por apoyar al bando alzado. Los otros dos, condenados por delitos de soborno, en 1980 y 2002.