Miami, 19 oct (EFE).- Una cinematografía prolífica que no solo es marginada en su país sino frecuentemente ignorada en el exterior por prejuicios ideológicos es la que los fundadores del nuevo Archivo del Cine Cubano de la Diáspora están empeñados en sacar de la “oscuridad”, según dicen a EFE.
Con ayuda de la Florida International University (FIU), el cineasta Eliecer Jiménez Almeida, que dejó Cuba en 2014, y el profesor universitario Santiago Juan-Navarro, un español radicado en Miami desde 1995, han unido fuerzas para esta iniciativa que se presenta el 20 de octubre.
Hasta ahora han incluido en el archivo a 108 cineastas cubanos en el exilio, tanto vivos como ya fallecidos, con residencia en su mayoría en Estados Unidos, pero también en España, México y otros países.
UNA GRAN TAREA POR DELANTE
Ambos coinciden en sendas entrevistas con EFE que la lista definitiva va a ser mucho más larga.
En parte, porque saben que hay realizadores independientes entre los muchos cubanos que están dejando la isla por tierra y por mar, porque la situación allí “esta bien complicada”, como dice Jiménez Almeida, autor de documentales como “Persona”, “Usufructo”, “La faz de las aguas” y “Veritas”.
También esperan muchos más nombres y biografías porque constantemente reciben información de cubanos que hicieron o hacen cine fuera de su país de los que hasta entonces no sabían.
“Es gente que trabaja un poco en la oscuridad”, indica Juan-Navarro.
Jiménez Almeida agrega que la idea es incluir más adelante en el archivo también a actores, técnicos y productores cubanos en el exilio. “Tenemos mucho trabajo por delante”, subraya.
El ya desaparecido y premiado director de fotografía Néstor Almendros (1930-1992), cuya familia se mudó de España a Cuba en 1948 huyendo del franquismo, mientras que él debió años después tomar el camino del exilio a causa del castrismo, entrará en el Archivo del Cine Cubano de la Diáspora (CDfA, en inglés).
EL KILÓMETRO CERO DEL CINE DEL EXILIO
Se desconoce cuántos cortometrajes, largometrajes y documentales ha producido la diáspora cubana hasta ahora, pero el director cubano de 39 años sí puede decir cuál de esas producciones es considerada la precursora, el “kilómetro cero”, según sus palabras.
Se trata de “PM” (1961), un corto documental de Orlando Jiménez Leal, un director de 81 años que será premiado por el Archivo de Cine Cubano de la Diáspora durante el acto de presentación del proyecto a la comunidad cubana en Miami.
“Este corto es muy especial, fue la última película en la que se ve a la gente divirtiéndose en Cuba”, dice Jiménez Almeida, quien participó en la restauración de otro filme de Jiménez Leal, “Conducta impropia”, que trata sobre la represión de los homosexuales en la Cuba revolucionaria y será proyectado en el mismo acto.
Juan-Navarro agrega que “PM” fue censurado personalmente por Fidel Castro y llevó al exilio a su director, que, al estilo del “free cinema”, retrató en ese corto a la gente que buscaba diversión nocturna en los bares del puerto de La Habana.
Muestra una cara de la sociedad cubana que no era la que la Revolución que triunfó en enero de 1959 quería mostrar, agrega Eliecer Jiménez Almeida, que es estudiante del doctorado de literatura y estudios culturales en español de FIU.
El cineasta menciona entre las “rarezas” del archivo al director Carlos Quintela, quien vive hoy en Madrid y en 2017 filmó una película en Japón y en japonés, “Lobos del este”, con la que dio continuidad a un filme rodado en la isla por el japonés Kazuo Kuroki, “La novia de Cuba” (1969).
PREJUICIOS DE LA IZQUIERDA INTELECTUAL
Tanto Jiménez Almeida como Juan-Navarro destacan que el cine cubano en el exilio ha sufrido los prejuicios de los intelectuales de izquierda de países como España, Francia y el Reino Unido, pero incluso también en EE.UU.
El profesor español advierte del gran peso del “icaiccentrismo”, como se conoce la idea muy implantada de que no hay cine cubano de interés artístico antes de la revolución y que todo empezó con el ICAIC (Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos), creado por Fidel Castro en 1959.
Eliecer Jiménez dice haber sufrido en primera persona esos prejuicios y el cierre de puertas, y asegura que todo lo que ha conseguido en su vida como cineasta le ha costado mas por ser un cubano fuera de Cuba.
Según Juan-Navarro, el Archivo está enfocado hacia el mundo académico pero sin dejar de lado a la comunidad y es no excluyente, aunque “no podemos hacerlo al margen de la política” por las circunstancias de Cuba, donde el sistema político es el mismo desde 1959 y sigue habiendo personas que eligen irse al exilio.