Ciudad de México, 29 sep (EFE).- La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum (Ciudad de México, 1962), es una científica que dio el salto a la política con el presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), cuyo legado de transformación buscará profundizar mientras esgrime el estandarte de ser la primera mujer al frente del país en sus más de 200 años de historia.
“Es tiempo de mujeres transformadoras. El que lleguemos a la presidencia significa continuar con la transformación, fortalecer el estado de bienestar, los derechos del pueblo de México e indivisiblemente los derechos de las mujeres”, aseguró en la presentación de los miembros de su gabinete en junio.
Hija de padres científicos, de origen judío, Sheinbaum tuvo la oportunidad de elegir entre el ballet o la física, según cuenta en un documental sobre su vida, y apostó por la ciencia en un país donde las brechas de género en ciencia eran entonces más pronunciadas.
Su padre Carlos Sheinbaum Yoselevitz, ingeniero químico, era hijo de judíos asquenazí que huyeron de Lituania a principios del siglo pasado; mientras que su madre, Annie Pardo Cemo, bióloga, es hija de judíos sefardíes que salieron de Bulgaria en la misma época.
En el video producido por su partido, el gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Sheinbaum se llama a sí misma “hija del 68″ y recuerda que tenía seis años cuando fue la masacre del Gobierno contra estudiantes en Tlatelolco, lo que impulsó su activismo, al ver a sus padres participar en el movimiento.
La próxima presidenta de México estudió física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde lideró movimientos estudiantiles en la década de 1980, y luego se especializó en ingeniera ambiental y fue investigadora en el Instituto de Ingeniería de la UNAM.
Inició su vida política en 1989, al sumarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD, una escisión izquierdista del entonces hegemónico Partido Revolucionario Institucional).
Suceder al “mejor presidente de la historia de México”
Es cercana a López Obrador desde el 2000, cuando fue secretaria de Medio Ambiente de Ciudad de México, durante la gestión de éste como jefe de Gobierno de la capital mexicana.
Tras la campaña presidencial fallida en 2006 de López Obrador, Sheinbaum volvió al mundo académico y participó en el Panel Integral de Cambio Climático de la ONU (IPEC) que ganó el Nobel de la Paz en el 2007.
En 2018, se lanzó de nuevo al ruedo político con éxito para convertirse en la primera mujer electa como jefa de Gobierno de la capital mexicana, cargo del que se separó en 2023 para contender a la Presidencia.
Durante la campaña electoral y la transición, Sheinbaum no ha dejado de recordar que su misión es prolongar y profundizar la transformación iniciada por su predecesor, a quien se refiere como “el mejor presidente de la historia de México”.
Por su parte, López Obrador ha afirmado que la victoria de la futura presidenta en las elecciones de junio “es lo mejor que le pudo haber pasado a México”.
“Es una bendición (tener a Sheinbaum como presidenta), así, como lo merece nuestro pueblo”, remarcó en una de sus últimas conferencias matutinas el todavía mandatario.
Sheinbaum está casada en segundas nupcias con Jesús María Tarriba, quien trabaja en el Banco de México; y tiene una hija biológica, Mariana, y otro hijo, Carlos, de su primer esposo, pero que considera como propio.