Nueva York, 20 dic (EFE).- La ciudad de Buffalo, al norte del estado de Nueva York, presentó hoy una demanda contra fabricantes y distribuidores de armas de fuego y “armas fantasmas”, a los que responsabiliza de alimentar la violencia en localidad, como la ocurrida el pasado 14 mayo en un supermercado, que costó la vida a 10 personas y dejó 3 heridos, en su mayoría negros.
El alcalde de la ciudad, Byron Brown, anunció en conferencia de prensa que es la primer demanda de este tipo contra fabricantes y distribuidores y aseguró que la conducta de ciertos acusados “ha interferido de forma irracional con el derecho del público a no tener miedo”.
La lista incluye una treintena de compañías, entre ellas Smith & Wesson, Beretta, Colts, Glock Inc., y Remington.
De acuerdo con la ciudad, su demanda es más amplia que la que presentó el pasado verano la fiscal general del estado Letitia James contra 10 empresas minoristas de lo que se conoce como “armas fantasmas”, que se compran como piezas separadas y sin número de serie y luego son ensambladas por el consumidor.
De acuerdo con datos del jefe de la policía local, entre el 2018 y 2019, una hubo una merma en los tiroteos de un 25 por ciento, y el año terminó con 189 incidentes, pero después hubo un aumento entre el 2020-21, y como resultado unas 355 personas resultaron heridas cada año. También creció el número de armas fantasmas incautadas.
“Esta es la primera demanda de este tipo contra los acusados de armas fantasma, así como a los fabricantes y distribuidores de armas, porque los miembros de la industria han estado alimentando la violencia en Buffalo”, sostuvo el alcalde Brown.
Sin embargo, quiso dejar claro que la demanda no busca impedir la posesión legal de armas, en un país donde se considera un derecho constitucional.
La demanda contra el grupo de fabricantes se explaya en el caso de las armas fantasmas, que se venden sin verificación ninguna y eso “las hace aún más atractivas para un mercado ilícito compuesto por delincuentes, abusadores domésticos, niños o quienquiera que tenga prohibido por ley adquirir armas”, indica además el documento legal, presentado en la Corte Suprema de Nueva York, uno de los estados que alberga fabricantes de armas.
“Todos los demandados han traicionado sus obligaciones bajo la ley de Nueva York a través de un patrón persistente de mala conducta, pues no dieron los pasos necesarios, o ningún paso en absoluto, para mantener sus productos de armas fantasma y armas de fuego fuera del alcance de las personas que lo tienen prohibido” tenerlas, sostiene la demanda.
El pasado junio la gobernadora Kathy Hochul convirtió en ley varias medidas para endurecer el control de armas de fuego y la principal aumenta de 18 a 21 años la edad para comprar un arma de asalto, como la utilizada en la matanza de Bufalo, en la que el autor Payton S. Gendron, un blanco de 18 años, usó un rifle de asalto.