Washington, 27 ene (EFE).- La Cámara Baja estadounidense aprobó este viernes un proyecto de ley que limitaría la venta de crudo de sus reservas estratégicas hasta que el Departamento de Energía no desarrolle un plan para aumentar el porcentaje de tierras federales arrendadas para la producción de petróleo y gas.
La normativa recibió 221 votos a favor y 205 en contra en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, pero el Senado está bajo mayoría demócrata, por lo que su siguiente paso parlamentario antes de convertirse en ley tiene nulas posibilidades de prosperar.
Los conservadores argumentan que las reservas estratégicas solo deberían utilizarse en casos de emergencia, y critican que el presidente, Joe Biden, haya recurrido a ellas con objetivos para bajar los precios de la gasolina, algo que tildan de fines electorales.
La Administración estadounidense comenzó a vender barriles de la reserva estratégica de petróleo en marzo pasado para tratar de hacer frente a la escalada de precios de la gasolina, provocada en parte por la invasión rusa de Ucrania.
Esas reservas se encuentran en su nivel más bajo desde 1984 después de la estrategia de ventas masivas, y el Departamento de Energía estadounidense anunció en diciembre que comenzará a recomprar crudo para rellenarlas.
“Mientras que los republicanos votan hoy por soluciones que protejan nuestros suministros de energía de emergencia y aumenten la producción energética, los demócratas están impulsados por grupos de extrema izquierda que quieren que vivamos en casas que no tienen calefacción central ni aire acondicionado”, dijo en Twitter el congresista republicano Barry Loudermilk.
Desde la oposición se interpretó ese proyecto de ley, en cambio, como un espaldarazo a la industria petrolera.
“Los republicanos están siguiendo una vez más las órdenes de sus amigos en las grandes petroleras en lugar de cuidar a la población estadounidense”, sostuvo la “número dos” de los demócratas en la Cámara Baja, Katherine Clark.
En su opinión, esa normativa “perpetúa” la dependencia del país sobre los combustibles fósiles, lo que “amenaza la seguridad económica y nacional a largo plazo.
“La lealtad de los republicanos de la Cámara a los intereses especiales se ha producido nuevamente a expensas de llevar a Estados Unidos hacia un futuro más fuerte y sostenible”, concluyó la demócrata en su comunicado.