Washington, 26 abr (EFE).- La Cámara Baja de Estados Unidos, de mayoría republicana, aprobó este miércoles un proyecto de ley para subir el techo de deuda a cambio de amplios recortes del gasto público, si bien la iniciativa tiene pocos visos de prosperar en el Senado, donde los demócratas son mayoría.
El proyecto busca dar respuesta a uno de los desafíos más urgentes del país, que el pasado enero alcanzó ese límite al dinero que el Gobierno puede pedir prestado legalmente, lo que amenaza con abocar a la primera economía del mundo a un impago de su deuda pública.
La iniciativa, que según la Casa Blanca será vetada por el presidente estadounidense, Joe Biden, si llega a su mesa, fue aprobada con el rechazo frontal de los legisladores progresistas y los votos de 217 conservadores, que tienen una ajustadísima mayoría en la cámara.
La aprobación llega pese a las dudas de las últimas horas, ya que parecía que el líder republicano de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, no contaba con todos los apoyos necesarios dentro de su propio partido para sacar el proyecto adelante.
Finalmente, y gracias a concesiones de última hora, el conservador logró que 217 de los 222 representantes conservadores del órgano dieran su apoyo a la medida, que se dirige ahora al Senado.
A pesar de que es prácticamente imposible que el texto aprobado por los republicanos llegue a convertirse en ley, la aprobación en la Cámara Baja pone presión sobre Biden y el Partido Demócrata para negociar un compromiso que permita elevar o suspender el techo de deuda antes de que el país se vea abocado al impago.
“(Biden) debería sentarse y negociar. Hemos aprobado esto. Estamos muy por delante de la fecha límite. Somos la única parte que ha tomado medidas”, dijo McCarthy en una rueda de prensa tras la votación.
Para los conservadores, el plan de McCarthy, que incluye un aumento del límite de la deuda de 1,5 billones de dólares al tiempo que propone recortes por valor de 4,5 billones, es la mejor manera de evitar las catastróficas consecuencias de un impago al tiempo que se reduce el tamaño del Gobierno central.
Los demócratas avisan de que el proyecto solo busca dar más dinero a los ricos mientras que reduce prestaciones sociales esenciales para las personas más vulnerables.
Aunque la norma no especifica todos los programas o agencias que tendrían que ver su presupuesto reducido, sí propone eliminar varias iniciativas para incentivar la compra de vehículos eléctricos y la transición hacia energías renovables, dos de los puntos clave del gran paquete de gasto que los demócratas aprobaron el pasado verano, conocido como Ley de Reducción de la Inflación.
Además, propone acabar con programas estrella de Biden, como la cancelación de la deuda estudiantil, al tiempo que endurece las condiciones para acceder a recursos de ayuda sanitaria y alimentaria, entre otras medidas.
En un mensaje de la Casa Blanca emitido poco después de la aprobación de la medida, la portavoz gubernamental, Karine Jean-Pierre, aseguró que “el presidente ha dejado claro que este proyecto no tiene ninguna posibilidad de convertirse en ley”.
“Los republicanos del Congreso deben actuar inmediatamente y sin poner condiciones para evitar un impago”, añadió la portavoz, que citó las palabras del expresidente conservador Ronald Reagan sobre la “responsabilidad especial” que tiene EE.UU. de “cumplir con sus obligaciones”.
En enero, cuando EE.UU. alcanzó su actual techo de deuda -de 31,4 billones de dólares- el Departamento del Tesoro aprobó una serie de “medidas extraordinarias” para retrasar el riesgo de impago. Está previsto que estas herramientas financieras expiren el 5 de junio.
Muchos analistas avisan de que incurrir en un impago de la deuda podría llevar a Estados Unidos a sufrir una recesión inmediata. Desde la década de los 70, el Congreso estadounidense ha aprobado al menos en 78 ocasiones aumentar o suspender el techo de deuda.