Los Ángeles, 18 mar (EFE).- Un hombre ligado a un grupo de extrema derecha fue sentenciado a cadena perpetua por su papel en el tiroteo ocurrido a las afueras de la corte federal en California que cobró la vida de un oficial federal e hirió a otro, informó este lunes el Departamento de Justicia de EE.UU.
Robert Alvin Justus, de 34 años, fue declarado culpable por el asesinato del oficial David Patrick Underwood y de intentar matar a otro oficial fuera del juzgado federal el 29 de mayo de 2020 en el centro de Oakland, norte de California, en un plan coordinado con un exmilitar estadounidense.
La evidencia estableció que Justus era el conductor del vehículo desde el cual Steven Carrillo, un exsargento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, disparó contra los oficiales.
Los investigadores dijeron que aproximadamente a las nueve de la noche del 29 de mayo, una furgoneta blanca se estacionó directamente al otro lado de la calle del edificio federal en Oakland.
La camioneta estaba estacionada frente al puesto donde Underwood y su compañero estaban de guardia. Poco después de que el vehículo se estacionara, Justus salió y caminó por el área realizando un reconocimiento durante aproximadamente diez minutos.
Luego la camioneta se dirigió al puesto de guardia y al pasar a un lado del mismo la puerta corrediza del lado pasajero se abrió y Carrillo disparó múltiples veces matando a Underwood e hiriendo a su compañero, según documentos judiciales.
Los investigadores alegan que Justus y Carrillo tenían vínculos con el movimiento “Boogaloo Boys”, un grupo en internet de extremistas que defienden el uso de armas y anticipan una guerra civil en Estados Unidos.
Dos meses antes del tiroteo Justus comentó en su perfil de Facebook que tenía “sed de sangre por la policía” y, en abril de 2020, mantuvo correspondencia con un grupo de milicias armadas antigubernamentales al que estaba interesado en unirse.
Las pruebas del juicio demostraron que, el día del tiroteo, Carrillo y Justus querían sacar provecho de las protestas planeadas en Oakland en respuesta a la muerte de George Floyd y esperaban que su ataque provocara más violencia antigubernamental.
Carrillo, que se declaró culpable de nueve cargos, incluido asesinato e intento de asesinato, fue sentenciado en 2022 a 41 años de prisión.
“Con estas sentencias, el Departamento de Justicia ha garantizado que los dos acusados responsables de asesinar brutalmente a un agente de la ley y herir gravemente a otro rindan cuentas de sus atroces crímenes”, dijo el fiscal de EE.UU. Merrick B. Garland hoy en un comunicado.