Washington, 6 abr (EFE).- Cada vez hay más gobiernos autoritarios que actúan fuera de sus fronteras para reprimir a disidentes, organizando secuestros, asaltos y hasta asesinatos en terceros países, según un nuevo informe del grupo Freedom House sobre la “represión transnacional” en 2022.
El estudio, publicado este jueves, identifica a China, Turquía, Tayikistán, Rusia y Egipto como los mayores perpetradores de este tipo de crímenes, que incluyen también las deportaciones irregulares de disidentes.
Entre estos, el Gobierno de Xi Jinping es el más prolífico: desde 2014, Pekín ha protagonizado 253 incidentes de represión transnacional, casi un tercio de todos los registrados por esta organización de defensa de la democracia, que hace estos balances de forma anual desde 2021.
Solo en 2022, Freedom House ha identificado 79 incidentes de represión transnacional perpetrados por 20 gobiernos. Los más frecuentes son las extradiciones irregulares, la coacción y las detenciones.
China, por ejemplo, detiene y extradita de manera irregular a uigures que huyen del país por miedo a ser internados en campos de reeducación, algo para lo que recibe ayuda de países como Arabia Saudí.
Pero el país que más disidentes detiene a través de extradiciones irregulares es Turquía. Las autoridades de Ankara “han secuestrado a más gente a través de extradiciones irregulares que ningún otro país de nuestra base de datos”, dijo la organización en un comunicado.
En 2022 se produjeron dos detenciones de este tipo, una en Ucrania y otra en Azerbaiyán.
Rusia, por su parte, suele ayudar a otros países a perpetrar este tipo de crímenes en su territorio, y es uno de los estados más represivos a nivel internacional.
Tayikistán, por ejemplo, aprovechó sus vínculos con Moscú para llevar a cabo una campaña de represión contra la etnia pamiri.
En 2022, a raíz de la invasión de Ucrania, el Kremlin ha ordenado la detención tanto de periodistas como de ciudadanos que han huido del país para no ser movilizados al frente.
Estos objetores, recordó Freedom House, se enfrentan a muchos problemas para solicitar asilo en países europeos, por lo que son más vulnerables a la represión del Kremlin.
Por otro lado, naciones como Irán, Nicaragua o Corea del Norte ordenan regularmente asesinatos de disidentes en el extranjero.
La organización explicó que muchos de estos actos de violencia tienen como objeto a periodistas, y recordó el asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado de Estambul (Turquía) de Arabia Saudí en 2018.
Además, en 2022, como novedad, Yibuti y Bangladés se unieron a la lista de países que han cometido actos de represión transnacional.
“A pesar de estos casos, los gobiernos de Estados Unidos, el Reino Unido y otros países democráticos han mantenido una cooperación diplomática de alto nivel con estados perpetradores, incluido en materia migratoria”, denunció Freedom House en el escrito.
La organización pidió que los gobiernos de naciones democráticas hagan más por facilitar el acceso de las posibles víctimas de represión transnacional al asilo, y que desarrollen un mecanismo para rastrear este tipo de incidentes.