Nueva York, 17 abr (EFE).- El gobierno de Brasil comenzará la próxima semana la mayor demarcación en diez años de territorios de pueblos indígenas que se traducirán en 1,5 millones de nuevas hectáreas protegidas, anunció hoy en Nueva York la ministra del nuevo Ministerio de los Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara.
El presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva tiene previsto firmar en los próximos días el decreto para los primeros cinco territorios de un grupo de catorce que se comprometió a demarcar, y dará a conocer cuáles son, dijo en una conferencia de prensa Guajajara.
Once de los territorios -repartidos a través de la nación, pero en especial en la Amazonía- están cerca de finalizar el proceso para ser protegidos, que comienza con un informe de la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas y termina con la firma del presidente.
“La semana próxima se van a anunciar algunos de los territorios”, señaló la ministra, que participó en el Foro Permanente para Pueblos Indígenas en Naciones Unidas y recordó que es un compromiso del mandatario proteger estas tierras.
La reconocida líder indígena señaló que en las semanas siguientes se irán completando las restantes demarcaciones para entregar los terrenos a las comunidades que las habitan.
Los últimos tres territorios tomarán unos meses más porque están ante el Ministerio de Justicia, uno de los pasos previos a la firma del presidente Lula da Silva, indicó Guajajarada, que espera que para el próximo año estén todos demarcados.
“Hay procesos que están concluidos y ahora trabajamos para completar los otros tres. En los próximos meses iremos anunciando poco a poco”, agregó en el evento, celebrado en la sede de la Misión de Brasil de la ONU.
Brasil cuenta con 430 territorios ya demarcados, a los que se sumarán los 14 que están en proceso, de acuerdo con Guajajara. La firma del convenio inicia un proceso de trabajo entre el Gobierno y los pueblos indígenas para la protección de los terrenos demarcados.
Durante la pasada presidencia de Jair Bolsonaro no se cedió ningún territorio para la demarcación, y al contrario, se abrió terreno a la explotación minera y la deforestación.
En cuanto a los Yanomami, señaló que la ayuda “no ha parado” desde que el Gobierno de Lula da Silva – en su tercer mandato desde el pasado 1 de enero- decretó el estado de emergencia por desnutrición, malaria y otras enfermedades que les afectan y que han causado muertes de niños indígenas.
Según las autoridades, esta situación ha sido provocada por las actividades ilegales de los mineros, que han destruido partes de la selva y contaminado muchos de los ríos de la región con el mercurio que utilizan en sus operaciones artesanales.
Muchos de los mineros están saliendo de la tierra Yanonami luego de que el Gobierno de Lula da Silva se comprometiera a expulsarlos.
Guajajara también se refirió a la situación en el sur de Mato Grosso entre agricultores y los pobladores indígenas: “Es una situación muy grave desde hace mucho tiempo, es una tensión entre los pobladores y los agricultores. Hay mucho territorio ocupado y los indígenas luchan por recuperar su espacio, lo que ha creado un conflicto”, indicó.
Explicó que un equipo interministerial acudió a la zona para un diálogo con los líderes y ahora están proponiendo un comité integrado por varios ministerios y el Gobierno local para crear un diálogo con miras a discutir alternativas para cada zona en conflicto y llegar a un acuerdo.
El cambio climático y la salud del planeta son el eje central de las reuniones de este año del Foro Permanente, que continuará hasta el 28 de abril en Nueva York y en el que se esperan más de un millar de participantes.