Washington, 19 sep (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró este jueves el “progreso” para la economía estadounidense que representa la bajada de tipos de interés anunciada por la Reserva Federal (Fed), pero aseguró que no tiene intención de “declarar victoria” porque aún queda trabajo por hacer.
“Seamos claros, la bajada de tipos de interés por parte de la Fed no es una declaración de victoria. Es una declaración de progreso. Es una señal de que hemos entrado en una nueva fase de nuestra economía y de nuestra recuperación”, afirmó en un discurso ante el Club Económico de Washington.
Sus palabras llegan un día después de que la Fed anunciara una reducción de los tipos de interés de medio punto. Fue la primera bajada tras un ciclo de once subidas que comenzó en marzo de 2022, cuando la inflación se disparó debido a la pandemia y la guerra de Ucrania.
Biden recordó que ahora los tipos se sitúan en un rango del 4,75 % al 5 %, lo que permitirá a los estadounidenses acceder a préstamos más baratos para comprar viviendas, coches y otros bienes.
“No estoy aquí para celebrar una victoria. Estoy aquí para hablar de lo lejos que hemos llegado y de cómo hemos construido los cimientos para una futuro más próspero y equitativo para Estados Unidos”, añadió el mandatario.
Con su discurso, ofreció una narrativa de cómo quiere que se recuerde su legado económico antes de ceder el poder en enero de 2025 al ganador de las elecciones del 5 de noviembre, en las que se enfrentarán la vicepresidenta y aspirante demócrata, Kamala Harris, y el expresidente y candidato republicano Donald Trump (2017-2021).
Biden se refirió en varias ocasiones a su “predecesor”, en clara alusión a Trump, aunque sin mencionarlo por su nombre.
Por ejemplo, criticó el estado en que Trump había dejado la economía antes de dejar la Casa Blanca y mencionó las presiones que este ejerció sobre la Fed durante su mandato, exigiéndole públicamente en Twitter (ahora X) que bajara los tipos.
“A diferencia de mi predecesor, yo respeto la independencia de la Reserva Federal”, aseguró Biden, quien afirmó que desde que llegó a la Casa Blanca “nunca” ha hablado con el presidente de la Fed, Jerome Powell. “El daño a nuestra economía sería enorme si esa independencia se perdiera”, avisó.
Durante su discurso, de algo más de media hora, expuso los grandes pilares de su estrategia económica, empezando por la respuesta a la pandemia de la covid-19, que incluyó cheques para quienes se habían quedado sin empleo y un crédito fiscal para las familias con un nuevo hijo.
También abordó el trabajo de su Administración para afrontar la inflación global, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania, que contribuyó al incremento de los precios de la gasolina hasta alcanzar un récord de más de 5 dólares por galón en 2022.
Biden resaltó que ahora la media nacional de precios de gasolina es de 3,22 dólares y afirmó que, en algunos estados, como Delaware, el precio está por debajo de los 3 dólares. “Ahora puedo ir a casa y pasar por una gasolinera”, bromeó el presidente, quien tiene su residencia en Delaware.
Su programa económico, concluyó, invierte “en todos los estadounidenses” con medidas sociales y piensa en el “futuro” con inversiones en tecnología, incluida la producción de microchips en Estados Unidos para evitar disrupciones en las cadenas de suministro.