Washington, 16 jun (EFE).- El presidente de EE.UU., Joe Biden, urgió este viernes al Congreso a aprobar una gran reforma policial para acabar con la violencia hacia las minorías raciales, después de que el Departamento de Justicia revelara en un informe que el cuerpo policial de Mineápolis estuvo dominado durante años por un racismo sistemático.
En un comunicado, Biden consideró “alarmantes” las conclusiones de la investigación que hizo de manera independiente el Departamento de Justicia tras la muerte en 2020 en Mineápolis (Minesota) del afroamericano George Floyd, asfixiado por un policía blanco que puso su rodilla sobre el cuello de la víctima.
El Departamento de Justicia ha concluido, en un informe presentado hoy, que ese homicidio no fue un caso aislado y que la policía de Mineápolis había estado dominada durante años por el uso excesivo de la fuerza y la discriminación contra las minorías raciales, patrones que llevaron a la muerte de Floyd.
Ese informe, afirmó Biden en su comunicado, muestra que es “urgente” que el Congreso apruebe una ley que acabe con la discriminación racial y permita que el público vuelva a confiar en todos los departamento de policía del país.
Específicamente, el mandatario pidió al Congreso que aprueben un proyecto de ley que lleva al nombre de George Floyd y cuyo objetivo es combatir el racismo dentro de la policía.
Pese a las peticiones de Biden, el camino para aprobar una gran reforma policial no es fácil.
Después de la ola de protestas que siguió a la muerte de Floyd, republicanos y demócratas negociaron el año pasado durante meses para intentar aprobar una reforma, pero esas negociaciones fracasaron.
Uno de los puntos más complicados en las negociaciones fue la idea de “inmunidad legal”, que hace más difícil que las víctimas interpongan demandas contra agentes acusados de haber usado la fuerza de manera desproporcionada.
Los demócratas quieren acabar con esa inmunidad de la que gozan los policías, pero los republicanos quieren conservarla.
Además, si el acuerdo ya era difícil el año pasado, cuando los demócratas tenían mayoría en las dos cámaras del Congreso, ahora es aún más complicado porque el control del Legislativo ha quedado dividido: los republicanos dominan la Cámara Baja y los demócratas detentan la mayoría en el Senado, aunque no tienen suficientes escaños para aprobar leyes en solitario.
Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han acusado repetidamente a los cuerpos de policía de EE.UU. de usar la violencia de manera desproporcionada contra los afroamericanos.
De hecho, casi un tercio de todas las personas asesinadas a manos de la Policía en Estados Unidos entre 2013 y 2022 fueron personas afroamericanas, a pesar de ser solo un 13 % de la población del país, de acuerdo con la organización Mapping Police Violence.