Washington, 31 ago (EFE).- El Gobierno de Estados Unidos anunció este jueves un paquete de financiación por valor de 15.500 millones de dólares para que las instalaciones de fabricación de automóviles se adapten a la manufactura de vehículos eléctricos.
La Casa Blanca informó a través de un comunicado de este plan del Departamento de Energía (DOE, por sus siglas en inglés), que buscará reequipar las fábricas existentes para la transición a la fabricación de vehículos eléctricos y también fomentar que estas ofrezcan buenos empleos en este sector.
“Los fondos del DOE modernizarán las instalaciones de fabricación de automóviles existentes en todo el país, ampliarán y retendrán empleos bien remunerados en la fabricación de automóviles y reforzarán las cadenas de suministro nacionales”, apuntó su nota.
Concretamente, se pondrán a disposición de las empresas 2.000 millones en subvenciones y hasta 10.000 millones en préstamos para apoyar proyectos de conversión que retengan empleos de alta calidad en las comunidades que actualmente alberguen instalaciones de fabricación de vehículos.
Para recibir estas subvenciones las compañías recibirán una puntuación y esta será más alta para aquellas con proyectos que mantengan acuerdos de negociación colectiva y para las que tengan trabajadores con salarios elevados, apuntó la Casa Blanca, a pocos días de que el país celebre el próximo lunes el Día del Trabajo.
Igualmente, el plan pondrá a disposición 3.500 millones en fondos para expandir la fabricación nacional de baterías para vehículos eléctricos y la red nacional, así como materiales y componentes de baterías actualmente importados de otros países.
Este plan se suma a los esfuerzos del Gobierno de Biden por fomentar la transición hacia vehículos menos contaminantes y está dentro de sus objetivos de que para el año 2032 el 67 % de los coches y el 46 % de las furgonetas vendidos en el país sean eléctricos.
En abril el Ejecutivo de Biden anunció nuevas medidas para reducir las emisiones contaminantes del transporte, nuevas reglas que dificultarán la producción de vehículos de gasolina e impulsarán la venta de automóviles eléctricos, una de las grandes apuestas del presidente para combatir la crisis climática.
En agosto de 2021, Biden ya anunció medidas para que en 2023 el 50 % de todos los vehículos (incluyendo coches, todocaminos SUV, furgonetas y camionetas) vendidos en Estados Unidos fueran eléctricos.
Según datos de la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), la venta de vehículos eléctricos se ha triplicado y el número de modelos disponibles se ha duplicado desde que Biden llegó a la Casa Blanca en enero de 2021.
Además, ya hay más de 130.000 cargadores eléctricos públicos en las carreteras estadounidenses, un 40 % más que en 2020.