Washington, 16 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, partirá el miércoles hacia Japón para participar en la cumbre del G7, pero el resto de su viaje por el Indopacífico, donde tiene previsto hacer paradas en Papúa Nueva Guinea y en Australia, depende de cómo vayan las negociaciones en su país sobre el techo de deuda.
Así lo señaló el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en una rueda de prensa, donde subrayó que Biden viajará mañana a Japón para participar en el G7 después de la reunión de este martes con los líderes del Congreso para elevar el techo de deuda de EE.UU. y evita una suspensión de pagos.
“Vamos a evaluar el resto del viaje y veremos qué pasa, veremos hacia dónde van las cosas”, indicó Kirby, quien evitó adentrarse en hipótesis.
Biden apuntó hace una semana que era “posible, aunque no probable” que suspendiera su viaje a Japón para ir a la cumbre del G7 debido a la necesidad de llegar a un acuerdo con los republicanos para evitar que el país entre en una suspensión de pagos, aunque finalmente la Casa Blanca ha decidido mantener la visita a Hiroshima.
Biden tiene intención de tomar parte en la cumbre del G7 en Hiroshima entre el 19 y 21 de mayo, y más tarde, tenía previsto acudir el 22 de mayo al Foro de las Islas del Pacífico en Papúa Nueva Guinea para desde allí trasladarse a Sídney para asistir a la cumbre del Quad (EE.UU., Australia, la India y Japón), el 24 de mayo.
Respecto al G7, Kirby destacó que, desde que Biden llegó a la Presidencia en enero de 2021, su prioridad ha sido revitalizar las alianzas de EE.UU. con sus socios y restablecer el liderazgo del país en el mundo.
Aseguró que la solidaridad en torno a Ucrania es “incluso más fuerte ahora que el año pasado” y anticipó que de la cumbre de los países más industrializados saldrán acciones concretas para aislar aún más a Rusia y debilitar su capacidad militar.
“Esta muestra de unidad se extenderá a otros asuntos clave económicos y de seguridad”, resaltó Kirby, quien mencionó los retos que China supone para los aliados y agregó que la lucha contra la crisis climática también estará en la mesa de negociaciones del G7.
El actual techo de deuda en EE.UU., de 31,4 billones de dólares, se alcanzó el 19 de enero. Por tanto, actualmente, el Gobierno está recurriendo a dinero en sus reservas para pagar las deudas que ha contraído.
El Departamento del Tesoro estima que esas reservas se agotarán hacia el 1 de junio, momento en que EE.UU. entraría automáticamente en una suspensión de pagos, la primera de su historia.
Preguntado por el mensaje que Biden llevará a sus aliados del G7 sobre la deuda en EE.UU., Kirby adelantó que el presidente quiere transmitir que su país “es un socio fuerte en el que se puede confiar” y que él mismo está trabajando duro para elevar el techo de deuda.