Washington, 8 ene (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, alertó este lunes sobre el “veneno” del supremacismo blanco en un emotivo discurso en una histórica iglesia de la comunidad negra en Carolina del Sur, escenario de un crimen de odio en el que nueve feligreses afroamericanos murieron tiroteados en 2015.
Biden inició su alocución recordando cómo el 17 de junio de 2015 un grupo de feligreses dio la bienvenida a un hombre para que leyera la Biblia con ellos sin sospechar que ese individuo era un supremacista blanco que, tras sentarse con ellos durante 45 minutos, abrió fuego matando a nueve a feligreses e hiriendo a otros cinco.
“Ese día, la palabra de Dios fue atravesada por balas y por la furia del odio, impulsada no solo por pólvora, sino por un veneno. Un veneno que durante demasiado tiempo ha poseído a esta nación. Un veneno que es el supremacismo blanco, que ha desgarrado a nuestra nación a lo largo de nuestra historia”, proclamó Biden.
“Un veneno -continuó- que no tiene cabida en América. ¡Ni hoy, ni mañana, ni nunca!”.
Sus palabras fueron recibidas con aplausos unánimes por las decenas de personas presentes, muchas de ellas afroamericanas, que se agolpaban en los bancos de la iglesia metodista Madre Emanuel en Charleston (Carolina del Sur), la más antigua de la comunidad afroamericana en el sur de Estados Unidos.
Durante todo su discurso, el presidente enfatizó los peligros del supremacismo blanco conectándolo con la ideología que avanza el expresidente Donald Trump (2017-2021), favorito para convertirse en el candidato del Partido Republicano en las primarias y volver a batirse con Biden en las presidenciales de noviembre.
La campaña de Biden eligió la iglesia Madre Emanuel como escenario de una de sus primeras intervenciones de campaña de este año debido a su conexión directa con el tema central que ya abanderó en la campaña de 2020, cuando equiparó la batalla contra Trump con una lucha por el alma de la nación.
Una de las razones por las que Biden decidió postularse para la Presidencia en ese momento, según ha contado en varias ocasiones, fue el horror que le provocó la marcha de supremacistas blancos que tuvo lugar en 2017 en Charlottesville (Virginia), donde los neonazis portaban antorchas y entonaban himnos racistas.
Durante esa marcha, una mujer murió al ser embestida por el automóvil que conducía un neonazi.
Biden interrumpido por gritos en defensa de Gaza
Aunque la mayoría de las palabras de Biden fueron recibidas con aplausos, hubo un momento de tensión. Mientras el mandatario hablaba del poder del odio, una asistente lo interrumpió con gritos: “Si realmente le importa la vida perdida aquí, pediría un alto al fuego en Gaza”.
Este comentario provocó cánticos de otros activistas que exigían “¡Alto el fuego en Palestina, alto el fuego en Palestina!” y, mientras, otra decena de asistentes intentaba ahogar esos gritos clamando:”¡Cuatro años más, cuatro años más!”, en referencia a un posible segundo mandato del presidente.
El pequeño grupo en favor de un alto el fuego en Gaza fue escoltado fuera de la iglesia.
Tras el incidente, Biden dijo que entendía “la pasión” y afirmó que ha estado trabajando “discretamente” con el Gobierno israelí para que salga de Gaza.
“Estoy haciendo todo lo que puedo”, afirmó el mandatario, ante lo que una mujer respondió gritando “Eres un buen hombre”, mientras se sucedían los aplausos.
Movilizar el voto afroamericano
Pese a lo sucedido, el discurso de Biden evidenció que aún mantiene cierta atracción entre la comunidad afroamericana, que fue clave para que él mismo acabara siendo el candidato demócrata en las elecciones de 2020 y pudiera vencer a Trump.
Carolina del Sur, y especialmente sus votantes afroamericanos, resucitó en 2020 la candidatura de Biden después de varios batacazos en los primeros estados del proceso de primarias del Partido Demócrata.
“Estoy aquí hoy como su presidente gracias a todos ustedes”, reconoció el propio Biden.
El presidente ha modificado el proceso de primarias en coordinación con el Partido Demócrata, y ahora Carolina del Sur es el primer evento oficial del proceso de primarias de ese partido, fijado para el 3 de febrero.
Aunque Biden no se enfrenta a ningún rival significativo, estos comicios servirán para medir el entusiasmo que despierta su candidatura en un momento en que sus índices de aprobación están en el 34 %, la cifra más baja entre los presidentes estadounidenses que han buscado la reelección, según una encuesta de la Universidad Monmouth.