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Miami, 3 oct (EFE).- El grupo Bacardí lanzó en EE.UU. una edición especial limitada del ron Havana Club con una etiqueta inspirada en la original de 1934, cuando fue creado en Cuba por el español José Arechabala, y con el contenido alcohólico que tenía entonces (43 %), para dar a conocer el “verdadero Havana Club”.
También presentó nuevos cócteles que tienen como ingrediente fundamental el “Añejo Blanco Rum: Original 86 Proof”, uno de ellos denominado “The Alina” en homenaje a Alina Fernández-Revuelta, la “hija rebelde” de Fidel Castro.
“De esta manera celebramos la herencia y el legado Arechabala”, dijo a Efe Mayra Barros, directora senior de marca de Havana Club para Bacardí, antes de la presentación oficial que tendrá lugar hoy en Miami Beach.
La edición especial de lo que Barros definió como un “ron en el exilio” que se fabrica en Puerto Rico consta de 3.000 cajas, lo que equivale a 36.000 botellas.
La directiva es sabedora de que muchos van a adquirir esta botella, solo disponible en Estados Unidos, como un objeto de colección, mas que para disfrutar de su contenido.
Barros buceó en los archivos de Bacardí en Miami para encontrar las etiquetas originales y el material gráfico necesario para una serie de postales en la que se muestran la destilería de los Arechabala en Cárdenas (Cuba), que fue confiscada en 1960 por el Gobierno revolucionario cubano junto con otros activos de la familia, que a día de hoy “no ha recibido compensación alguna”.
UNA BOTELLA QUE “HABLA”
“Quería que la botella hablase”, dice Barros mostrando toda la información que aparece en la etiqueta, tanto sobre la creación de la empresa a fines del siglo XIX como la creación de Havana Club en 1934, la expropiación por parte del “régimen comunista cubano” y la llegada de la fórmula del ron a Miami en 1966.
Además, una etiqueta colgada del cuello de cada botella contiene un código QR para que quien esté interesado pueda obtener información más detallada.
Ramón Arechabala, que era gerente de ventas de la empresa y estuvo en la cárcel tras la expropiación, llegó a Miami en 1966 con la receta del ron Havana Club.
Muchos años después le vendió los derechos y la receta a Bacardí, otra familia cubana del sector del ron que tuvo que salir de Cuba, aunque en este caso pudo seguir produciendo desde otros países.
Barros recalca que Bacardí tiene “una responsabilidad” con los creadores de “Havana Club” y con todos aquellos que perdieron sus propiedades y se vieron obligados a salir de Cuba tras el triunfo de la revolución en 1959.
En Cuba se fabrica un ron de nombre similar Havana Club Internacional, lo que ha dado lugar a una larga batalla judicial.
En junio pasado una corte de Florida desestimó una demanda presentada por los herederos Havana Club contra la multinacional francesa Pernod Ricard, que en sociedad con el Gobierno cubano fabrica el Havana Club International.
Los demandantes se acogieron al llamado Título III de la Ley Helms Burton de 1996 o Ley Libertad para acusar a Pernod Ricard de usufructuar bienes que les fueron confiscados en la isla.
La jueza Kathleen William, de una corte del Distrito Sur de Florida, no entró al fondo de la cuestión y alegó “falta de jurisdicción” para desestimar la demanda.
El ron premium Havana Club es fruto de un doble envejecimiento, un proceso desarrollado por los Arechabala que le da un sabor suave y un acabado aterciopelado, señala un comunicado de Bacardí.
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