San Juan, 10 jul (EFE).- El Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) anunció este domingo que ha aprobado un total de nueve proyectos adicionales de energía solar en la isla, que intenta fomentar las renovables para reducir su dependencia del petróleo y el gas. El Gobierno de Puerto Rico se propone producir el 40 % de su energía con fuentes renovables para 2025, el 60 % para el 2040, y el 100 % para el 2050. Mediante una resolución y una orden, el NEPR autoriza a la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) el desarrollo de estos nuevos proyectos de conformidad al Plan Integral y la Política Pública Energética. El organismo regulador concedió asimismo una extensión de dos semanas para culminar la evaluación de cinco proyectos adicionales para los cuales la AEE ha notificado estar a la espera de más información para formalizar los contratos. Esos catorce proyectos, de concretarse los cinco bajo evaluación, deberán manejar una capacidad de 795,91 megavatios, según el comunicado del NEPR. El presidente del organismo regulador, Edison Avilés Deliz, explicó que esta decisión “va de la mano de los planes establecidos para fortalecer la oportuna y adecuada integración de los recursos energéticos” de la isla. El Negociado ordenó, además, a la AEE y a la empresa privada LUMA “trabajar en conjunto y de manera expedita” en la solución de los problemas que han impedido la firma de varios acuerdos de compra y manejo de energía. Puerto Rico genera la mayor parte de su electricidad con petróleo y gas, pero quiere reducir su dependencia de estos recursos fósiles y mejorar su deficiente red de suministro de luz. La red eléctrica es muy frágil desde el huracán María de 2017, lo que provoca cortes de electricidad frecuentes en la isla e incluso algún apagón general como el del pasado abril, que duró varios días debido a una avería en una planta. La factura eléctrica ha sufrido recientemente un nuevo incremento, el séptimo en lo que va de año, aunque hay un proyecto de ley en la Asamblea Legislativa para mitigar este impacto en el bolsillo de los puertorriqueños.