Buenos Aires, 16 oct (EFE).- La selección argentina cerró este martes una nueva ventana de las eliminatorias sudamericanas al Mundial 2026 con una clara victoria ante Bolivia, que significó un desahogo para el equipo tras empatar el jueves como visitante ante Venezuela luego de una serie de complicaciones logísticas y bajas por lesión.
“Fue una fecha muy pesada, cargada de un montón de cosas: la primera las bajas, la segunda el no saber dónde entrenar, si podíamos entrar o no a Venezuela, después nos pasó lo del huracán, después la llegada el día anterior al partido fue terrible y después el partido con agua”, expresó Lionel Scaloni, entrenador de la Albiceleste, durante la conferencia de prensa posterior a la victoria ayer por 6-0 ante Bolivia.
La enumeración del entrenador refiere a las dificultades que enfrentó el equipo antes y después del choque ante el seleccionado venezolano debido a dificultades climáticas y a una serie de lesiones que le obligaron a realizar varias modificación en la lista de convocados.
En total fueron cinco los jugadores desafectados de la convocatoria por inconvenientes físicos: Marcos Acuña, Alejandro Garnacho, Nicolás González, Paulo Dybala y Valentín Carboni, este último con una rotura de ligamentos.
Además, el duelo ante la Vinotinto, que culminó en empate 1-1 tras los goles de Nicolás Otamendi y Salomón Rondón, tuvo lugar en un campo de juego completamente inundado que dificultó que la vigente campeona del mundo pudiera imponer su estilo de juego.
“Realmente la semana anterior fue pesada y la predisposición que han tenido los jugadores a todo ese caos ha sido máxima”, agregó Scaloni, que destacó que el plantel, que concentró en Miami previo al duelo con Venezuela y mientras la ciudad se preparaba para el huracán Milton, pasó “muchísimas horas en aeropuertos, viajando y encerrado en hoteles”.
Pasadas estas dificultades, el equipo se instaló el fin de semana en Buenos Aires y pudo prepararse con tranquilidad para el duelo ante Bolivia, que llegaba confiada tras hilvanar tres triunfos consecutivos, ante Venezuela, Chile y Colombia.
El encuentro de ayer marcó también el regreso de Messi a las canchas argentinas tras casi un año, con una actuación brillante que desató la locura de los más de 80.000 aficionados que acudieron a alentar al seleccionado.
El astro del Inter Miami, que había quedado fuera de la ventana anterior por lesión, marcó tres goles y registró dos asistencias y dejó en claro que, a sus 37 años, aún está vigente y en un altísimo nivel.
“La verdad que no me puse fecha ni plazo, simplemente disfrutar de todo esto, me emociona estar acá y sentir el cariño de la gente porque sé que pueden llegar a ser los últimos partidos”, dijo después del partido.
Más allá del rendimiento del ex del Barcelona y del Paris Saint Germain, también destacó el nivel de la dupla de ataque conformada por Lautaro Martínez y Julián Álvarez, que marcaron en la victoria de ayer y que demostraron al entrenador que pueden seguir jugando juntos.
Ante la suspensión para estas dos fechas del portero Emiliano Martínez, Scaloni optó por Gerónimo Rulli, portero del Olympique de Marsella que tuvo un muy buen rendimiento en el duelo del jueves ante Venezuela y apenas fue exigido ayer en la victoria ante Bolivia.
Como resultado de las bajas por lesión, el entrenador convocó y dio minutos a algunos juveniles, entre los que destacó Nicolás Paz, ex del Real Madrid y nacido en España de padres argentinos, que asombró a la afición por su control de balón y por sus asociaciones con Messi, a quien asistió para el sexto gol del encuentro de ayer.
A falta de ocho fechas, Argentina lidera la clasificación de las eliminatorias con 22 unidades y le saca tres puntos de diferencia a Colombia y seis a Uruguay y Brasil.
La Albiceleste volverá a jugar por las eliminatorias sudamericanas el 14 de noviembre, cuando visite a Paraguay, y cinco días después recibirá a Perú, con la mira puesta en clasificar lo antes posible al Mundial que se disputará en menos de dos años en Estados Unidos, México y Canadá.
Pablo Duer