San José, 27 abr (EFE).- La estadounidese Amy Pope, candidata a directora general de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), dijo este jueves en una entrevista con EFE en Costa Rica, que su objetivo es liderar el organismo con un enfoque en los derechos humanos, la dignidad y la seguridad de los migrantes.
Pope, actual directora general adjunta de Gestión y Reforma de la OIM, ha estado realizando una gira por Chile, Argentina, Brasil, Uruguay, Honduras, Panamá, Costa Rica y países del Caribe, para buscar apoyo en su candidatura.
La estadounidense afirma que apoyará a los países miembros de la OIM y a las comunidades más vulnerables donde debido a conflictos políticos, crisis climática o pobreza las personas han tenido que migrar.
“Mi visión es que la OIM esté mejor preparada para apoyar a los países miembros y a las comunidades más vulnerables en todo el mundo, a través de una mayor presencia, escucha activa, participación, construcción de relaciones, pensamiento estratégico y la inclusión de nuevos actores, como el sector privado”, afirmó Pope.
Datos del ente internacional indican que por primera vez en el registro histórico hay más de 100 millones de personas desplazadas en el mundo. Sobre la región de América Latina, Pope mencionó los ejemplos de los cerca de siete millones de venezolanos migrantes y el caso de Nicaragua.
“Hay que ser comprensivos, la migración es de las personas. Hay que empezar por entender por qué las personas se movilizan: por violencia, política, violencia en el hogar, pobreza, conflictos, cambio climático. Se debe reconocer y respetar la dignidad de las personas migrantes, en algunos casos escuchar sus historias”, comentó.
Pope señaló que para la sociedad “es fácil ignorarlos (a los migrantes) y no tener atención hacia ellos” y que “por eso, parte del trabajo es contar la historia de quiénes son y reconocer que hay países con muchas presiones”.
La estadounidense, quien aspira a ser la primera en dirigir la OIM, indicó que una de las razones de los desplazamientos es la búsqueda de fuentes de trabajo, situación por la que la mayoría de los migrantes latinoamericanos buscar llegar a Estados Unidos, donde hay una gran demanda de empleos, al igual que en Canadá, y algunos países de Asia, que buscan de mano de obra joven.
“Hay que proporcionar vías legales, visados temporales o apoyo humanitario. Apoyarlos para que puedan trabajar, reconocer sus profesiones para que puedan acceder a trabajos. Se trata de trabajar conjuntamente con otros países de la región para aliviar la presión de quienes están recibiendo a los migrantes”, dijo.
Pope apuntó que “es un enfoque poco comprendido, no es algo que tenga una solución, ni que un Gobierno pueda solucionar todo, es un trabajo integral”.
Los principales objetivos que espera abordar Pope son construir relaciones más profundas con los miembros de la OIM, especialmente con América Latina, utilizar la big data de las comunidades para predecir los efectos de la crisis climática e identificar las comunidades más resilientes. Además de buscar aliados como el sector privado para trabajar de forma integral.
“La única forma de mejorar la estrategia y el enfoque de la migración es construir un enfoque regional cooperativo y coordinado, ya que ningún país puede gestionar la migración por sí solo. Se necesitan asociaciones, compromiso, se trata de involucrarse, visitar los sitios y facilitar asociaciones”, expresó Pope.
Según la experta estadounidense, los migrantes se convierten rápidamente en recursos en sus nuevas comunidades, a las cuales, infunden talento y aptitudes muy solicitadas; crean oportunidades económicas en las zonas por donde transitan y devuelven recursos a sus países de origen, que estimulan el desarrollo y el crecimiento.