León (México), 23 jul (EFE).- Con 50 años de trayectoria Adriana Barraza sigue enfrentando retos actorales. Ahora, la nominada al Óscar en el 2007 espera que la película “Blue Beetle”, de la que es parte y que tiene a un superhéroe latino como protagonista, influya en la recuperación de personajes heroicos mexicanos que han sido olvidados, pues considera en entrevista con Efe que no solo existen las figuras “compasivas” en el país.
“(En México) Hemos tenido una cantidad de imágenes no solamente como los que pierden, tuvimos a Kalimán, a Chucho el Roto, que ojalá después de ‘Blue Beetle’ renazcan para decir, ¡claro!, nosotros tenemos superhéroes que nos llevan a un camino que no necesariamente tiene que ser la compasión”, cuenta Barraza en el marco del Festival Internacional de Cine de Guanajuato.
Adriana tenía aproximadamente 15 años cuando vio por primera vez la obra de Carlos Saura “Cría cuervos” (1976).
El impacto del trabajo del director español generó en la actriz nacida en Toluca, Estado de México en 1956, que no parara de soñar en que algún día: “de pronto se acercaría un auto con vidrios polarizados y estaría Carlos Saura diciéndome, ‘tú, tú eres buena para hacer una película'”, contó entre risas durante la conferencia magistral que ofreció durante el festival.
En entrevista, la actriz confiesa que le parece lamentable que a la gente le avergüence contar ese tipo de fantasías, pues está convencida de que todo el mundo las llegado a experimentar.
Ahora, sabe que sus sueños profesionales pueden estar por cumplirse, pero también recordó que hubo un deseo que nunca se le cumplió y que fue uno de los más esperados por ella desde que era niña.
“A mí me encantaba Sean Connery (“El regreso del agente 007″, 1963). Cuando era niña era uno de mis novios y hasta lloré cuando un hermano me dijo que usaba peluquín yo decía, ¡no es cierto!, pero nunca lo conocí”, confiesa.
Aunque parece que los sueños imposibles terminaron, entre sus deseos está el poder hacer personajes que la sigan llenando de satisfacciones.
DE VIDA O MUERTE
“¡La actuación es de vida o muerte!”, dijo efusivamente Barraza frente al público que atento la escuchó durante una hora.
Así lo considera la actriz que por 48 años, de los 50 que tiene de trayectoria artística -que este festival decidió celebrar con un homenaje-, ha sido maestra de cientos de jóvenes que buscan en la actuación una forma de vida.
“Hay un principio muy bonito de la actuación basado en el conocimiento del corazón humano, que dice que tú desde chiquita (pequeña) supiste lo que es amar muchísimo, odiar muchísimo, tener envidia, dolor, porque las cosas que te suceden son gigantes para ti. Lo que le pasa a una persona siempre es determinante para que uno pueda entender circunstancias de la vida”, dice al respecto a Efe.
A Adriana, quien es recordada por su participación en “Babel” (2006), la marcó la temprana muerte de su madre y después, el convertirse en madre soltera a los 19 años la llevó a tener preocupaciones económicas que la llevaron por el camino inesperado de la docencia.
Aunque considera que todas las experiencias aportan a la hora de actuar, también cree que no es necesario atravesar por grandes tragedias para convertirse en una buena actriz, pero que para que eso suceda la empatía es fundamental, un valor que considera no todos pueden presumir que lo tienen.
Barraza regresará a México para ser parte del nuevo filme del mexicano Ernesto Contreras “El último vagón” que comenzará filmaciones en el próximo agosto.
La actriz fue celebrada en la ciudad de León, Guanajuato por su medio siglo de trayectoria en donde además de recibir la medalla de plata de la Filmoteca de la UNAM y la Cruz de Plata durante la inauguración del evento, tuvo oportunidad de hablar sobre la visión artística que rige su forma de trabajo.