Los Ángeles, 1 feb (EFE).- El estado de Texas ejecutó este miércoles a Wesley Ruiz, sentenciado por el asesinato de un policía de Dallas, después que la Corte Suprema de Estados Unidos denegara una apelación que alegaba prejuicios contra los hispanos por parte de los jurados que lo sentenciaron.
Ruiz, de 43 años, recibió una inyección letal en la penitenciaría estatal de Huntsville (Texas) por el asesinato cometido en marzo de 2007 del cabo Mark Nix de la Policía de Dallas cuando el oficial se aproximó a su vehículo después de una persecución a alta velocidad.
“Me gustaría disculparme con Mark y la familia Nix. Espero que esto les brinde cierre. Quiero decirles a toda mi familia y amigos de todo el mundo, gracias por apoyarme. A mis hijos, levántense y continúen haciéndome orgulloso. No se preocupen por mí, voy a estar bien”, dijo Ruiz en su declaración final, según reportó el periódico Texas Tribune.
El hombre fue declarado muerto a las 6.41 pm, hora del centro, según el medio
En un último intento de detener la ejecución, los abogados de Ruiz habían pedido a la Corte Suprema detener la aplicación de la pena de muerte bajo el argumento de que algunos de los miembros del jurado que lo condenaron se basaron en estereotipos “abiertamente racistas” por ser hispano.
“Debido a que los miembros del jurado vieron al señor Ruiz como ‘infrahumano’ y expresaron su hostilidad a la presencia misma de hispanos en su comunidad, el señor Ruiz fue privado de la garantía básica de la Sexta Enmienda de que el organismo que toma la decisión solemne de vida o muerte sea imparcial”, escribieron los abogados de Ruiz.
Sin embargo, los jueces del máximo tribunal en una breve orden sin firmar rechazaron su solicitud, dando vía libre a la ejecución.
La ejecución de Ruiz también se produjo en medio de una batalla más grande en torno al uso de productos químicos vencidos en Texas para ejecutar prisioneros.
En enero pasado, el abogado Shawn Nolan apeló ante el tribunal que juzgó a Ruiz alegando que el sedante usado en las ejecuciones, probablemente estaba pasado de su fecha de caducidad.
El recurso alegó que Texas “viola sus propias leyes y crea un grave riesgo de dolor y sufrimiento durante las ejecuciones al usar un compuesto de pentobarbital que ha expirado en 2019”.
El pentobarbital es un sedante que lentifica la actividad del cerebro y del sistema nervioso y, según Nolan, el uso del compuesto expirado “actuará de manera impredecible, obstruirá los tubos intravenosos y causará dolor innecesario”.
La Constitución de Estados Unidos prohíbe los “castigos crueles e inusitados”.
La ejecución de Ruiz marca la segunda en Texas y la cuarta a nivel nacional este año.