Washington, 11 jul (EFE).- Un incendio que se ha extendido por más de 1.700 hectáreas en el Parque Nacional Yosemite y no ha sido contenido todavía amenaza más de 500 secuoyas gigantes en el bosque Mariposa, indicaron las autoridades. Las condiciones meteorológicas de sequía y calor continuaron durante el fin de semana y se espera que el incendio, denominado Washburn, siga expandiéndose. El incendio duplicó su extensión durante el fin de semana en torno al bosque Mariposa donde algunos de los árboles, con edades de hasta 2.000 años, alcanzan alturas de casi 80 metros. El personal del parque está recurriendo a equipos portátiles de riego para tratar de proteger los árboles. Además, bomberos y voluntarios trabajaron en la retirada de troncos caídos y vegetación cercana a las secuoyas e hicieron una quema controlada para proteger el bosque. Las autoridades cerraron la entrada Sur del parque a los visitantes y han evacuado a todas las personas que se encontraban en esa zona y en la del citado bosque. Scott Gediman, portavoz del parque, dijo a los medios que la cabaña Galen Clark, una estructura histórica dentro del perímetro, fue cubierta con una envoltura no inflamable. Esa cabaña perteneció al primer guardabosque de Yosemite, que fue quien convenció a los legisladores que protegieran el bosque Mariposa en Yosemite, que se convirtió en parque nacional en 1890. Se espera que el humo levantado por el incendio Washburn llegue a la zona de la Bahía de San Francisco, según la Oficina de Gestión de Calidad de Aire en el área de la Bahía. Según explicó Gediman, aunque el fuego forma parte del proceso natural de los bosques y ayuda a la subsistencia de la secuoyas porque contribuye a que las semillas salgan de los conos, y regenera el suelo y el hábitat de la fauna, un fuego de grandes dimensiones como el actual puede provocar importantes daños.