Los Ángeles, 3 ene (EFE).- La oficina del fiscal general de California, Rob Bonta, informó hoy que, después de “una investigación exhaustiva”, determinó que no hay evidencia suficiente para presentar cargos penales contra el oficial de policía que causó la muerte de un latino inocente durante un tiroteo ocurrido en 2021.
El reporte divulgado este martes señala que la noche del 21 de agosto de 2021 el oficial Miguel Jaimes del Departamento de Policía de Guadalupe (GPD) y otro agente “hicieron contacto” con un individuo de quien se sospechaba que había iniciado un incendio ese día y que tenía dos órdenes de arresto pendientes en su contra.
El individuo huyó de los oficiales, ignorando múltiples órdenes de que mostrara las manos, dice el reporte.
Añade que durante una persecución a pie, el individuo estiró le brazo derecho “como si tuviera un arma de fuego”. En respuesta, Jaimes hizo tres disparos contra el individuo, que se tiró al suelo y fue arrestado sin haber sido alcanzado por las balas, y después un soplete negro que pertenecía al sospechoso fue hallado en la escena.
“Sin embargo, Juan Luis Olvera Preciado, una persona inocente que se encontraba en la escena y que no era visible para los oficiales, fue posteriormente hallado muerto en su auto a poca distancia a causa de una herida de bala”, sostiene el documento.
Agrega que la investigación indicó más tarde que una bala disparada por el oficial probablemente rebotó en el suelo, viajó aproximadamente 174 pies (53 metros), entró por una puerta del auto que estaba parcialmente abierta y finalmente lesionó en la cabeza a Olvera Preciado, causándole la muerte.
El informe indica que, al cabo de una “investigación exhaustiva y una revisión completa de la evidencia”, el Departamento de Justicia de California concluyó que Jaimes actuó en defensa propia y en defensa de terceros, por lo que, “de acuerdo con los parámetros legales aplicables, no hay evidencia suficiente para presentar cargos penales”.