Tapachula (México), 14 dic (EFE).- La afluencia de migrantes en la frontera sur de México ha crecido un 40 % en las últimas dos semanas respecto al periodo anterior, por lo que las autoridades duplicaron su atención, según reportaron este miércoles oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM).
Las autoridades han otorgado unos 6.000 formatos migratorios múltiples (FMM) en los últimos 15 días, es decir, unos 400 diarios a migrantes, en particular de Venezuela, Nicaragua, Haití y África, que llegan en busca de su regularización migratoria.
En el módulo de atención provisional han colocado herrería, carpas, mesas, sillas para atender a unos 1.200 migrantes diarios, una señal del incremento de extranjeros.
Los agentes del INM y de la Guardia Nacional no han permitido la creación de campamentos para que los migrantes se queden a dormir o hagan filas desde una noche antes desde que hace 28 días arrancó operaciones este centro de atención provisional.
Entre quienes esperan su regularización está el venezolano Jürgen Casanova, quien viaja con alrededor de 15 personas que se encuentran en situación de calle.
“Nosotros estamos pidiendo y durmiendo en las calles, para evitar gastar en rentas de casas o hoteles, ya que todos esto es duro”, contó a EFE.
En un cartel de color blanco, el suramericano escribió: “Hola, México. Somos una familia venezolana que necesita de tu ayuda. Que Dios te bendiga y multiplique tu apoyo”.
“Estar ahí es duro. Fuimos víctimas, nos robaron en la frontera de Guatemala con Honduras”, confesó.
Una historia similar es la del ecuatoriano Luis Taboada, quien viaja con su esposa y dos menores de edad, y se encuentra con una cartulina solicitando la ayuda de los mexicanos, porque sus hijos requieren leche y comida.
“Las personas que no han pasado esta travesía, que no lo intenten, no es algo fácil, que no lo intenten, más si van con niños, al final pensé que todo era fácil”, admitió.
Aun así, dijo que no desistirá de su viaje y seguirá a pesar de las carencias y falta de comida, ya que la única opción es cumplir el objetivo final de llegar a Estados Unidos.
El INM cuenta con oficinas migratorias donde de manera regular se brinda atención de forma ininterrumpida, con prioridad para los grupos vulnerables, como mujeres embarazadas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y adultos mayores.
“Nosotros no vamos a permitir que hagan sus tiendas de campaña o se queden a dormir”, advirtió un funcionario a los migrantes que llegaban a realizar trámites.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) detuvo en el año fiscal de 2022 un número inédito de más de 2,76 millones de indocumentados, una cifra que incluye incrementos sustanciales en las capturas de cubanos y venezolanos.