Redacción Deportes (EE.UU.), 13 dic (EFE).- Los Milwaukee Bucks se impusieron este martes a los Golden State Warriors con mucha autoridad y llevando a la frustración al equipo de Steve Kerr, que recibió hasta cinco faltas técnicas (128-111).
Giannis Antetokounmpo tuvo un rendimiento brillante con 30 puntos y 12 rebotes y se vio muy bien acompañado por un Bobby Portis que sumó 25 tantos y 11 rechaces desde el banquillo.
Fue la décima victoria de la temporada por más de 10 puntos de renta para los Bucks (20-7), lo que les permite seguir amenazando el primer puesto del Este que ocupan los Boston Celtics.
En los Warriors (14-14), Stephen Curry fue el máximo anotador de con 20 puntos pero no estuvo fino en el tiro (6 de 17).
Golden State, terrible este año a domicilio (2-12), no pudo comenzar con buen pie su gira de seis partidos por el Este y desaparecieron las buenas sensaciones que mostró hace sólo tres días cuando venció en casa a los Celtics.
ANTETOKOUNMPO Y PORTIS DOMINAN
Pese a la ausencia por cuarto partido consecutivo de Andrew Wiggins, los Warriors tuvieron un gran inicio con un parcial de 0-7 liderado por Jordan Poole y Klay Thompson.
Reaccionó y le dio la vuelta Milwaukee de la mano de su juego interior encabezado por Portis y Brook López, que consiguieron una renta de seis puntos (22-16) aprovechando la debilidad en la pintura de Golden State.
Portis tuvo un impacto inmediato con 8 puntos en ese primer cuarto manteniendo su línea de fiabilidad desde el banquillo, ya que es el único con doble-doble de promedio sin ser titular en la presente temporada.
La falta de acierto de los Warriors desde el perímetro mejoró en los últimos dos minutos con dos triples de Curry y otro de Jonathan Kuminga para estrechar el marcador, pero no terminaban de conectarse al partido.
Discrepancias con dos decisiones arbitrales en los últimos segundos del primer cuarto terminaron con dos faltas técnicas: una a Curry y otra a Kerr (más la que ya había visto previamente Poole).
Así, los Bucks se marcharon y cerraron el periodo con 38-27 a favor.
Con Curry descansando tras haber disputado el primer cuarto completo, Donte DiVincenzo se responsabilizó de la amenaza exterior y anotó tres triples casi consecutivos que limaron la distancia del luminoso hasta siete puntos (49-42) y que obligaron a los Bucks a reunirse con Mike Budenholzer en un tiempo muerto.
Pese a esta reacción, los Bucks nunca perdieron el control del partido y mantuvieron la distancia en la decena de puntos.
Su gran defensa condicionaba la selección de tiro de los Warriors y el dominio del rebote (30-19 en ese momento) fue clave para llegar al descanso por delante (64-52).
De los 16 puntos de Antetokounmpo al intermedio, 9 de ellos llegaron en el segundo periodo.
Lejos de los suyos estuvo por entonces un Curry defendido cara a cara por Jevon Carter, quien le dejó en únicamente 8 tantos.
Los Warriors nunca regresaron al encuentro mientras que Milwaukee crecía en confianza y rompió definitivamente el duelo.
Hasta 26 puntos fue la máxima ventaja a base de proteger bien su aro y de ver cómo la anotación de Antetokounmpo y Middleton aumentaba con 7 puntos más para cada uno en el tercer periodo.
Subía la tensión, también en la grada del Fiserv Forum.
A falta de cinco minutos para el final del tercer cuarto, Draymond Green denunció insultos por parte de un aficionado en uno de los fondos del pabellón y la seguridad del recinto le obligó a abandonar la instalación.
No quedaba mucho partido por definir: con todo un cuarto pendiente, Milwaukee mandaba por 95-77.
Golden State aceptó la derrota a los pocos minutos sentando a los jugadores titulares y afrontando el resto con los nombres menos habituales.
El partido dejó el curioso dato de ser el primero con cinco jugadores con falta técnica en el mismo equipo desde que lo hiciera previamente Orlando Magic en 2012.